Más futuro que presente. Eso es lo que nos gustaría pensar que tenemos en nuestro fútbol mexicano.
Marcelo Flores es el ejemplo de esa esperanza. Ya basta con eso de que el tiempo pasado siempre es mejor. Hay una nueva generación de futbolistas mexicanos que tienen mucha calidad, pero el jugador del Arsenal es de lejos el más interesante.
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El pasado miércoles 10 de noviembre México debutó en la Revelations Cup, un torneo sub20 que se disputa en Celaya, ante Colombia. El partido quedó cero a cero y difícilmente podría quedar en la memoria de la afición. Sin embargo, hubo un detalle que sí dejó huella: Marcelo Flores le entregó su tarjeta de presentación a la afición mexicana que hasta ese momento solo lo conocía en videos de YouTube y en notas de la prensa.
A lo largo de los últimos años ha habido jugadores que nos invitaron a esperar mucho más de lo que realmente fueron. Por dar un ejemplo, está la generación de los campeones del mundo sub17 en México del 2011. Carlos Fierro, Alfonso González, Julio Gómez y Jonathan Espericueta fueron algunos de aquellos nombres que solo se quedaron en promesa.
Hay un paralelo con la trayectoria de Carlos Vela y a la de Giovani Dos Santos. Estar desde muy joven en Europa en un equipo importante le tiene varios escalones arriba a los de su generación.
Marcelo, a diferencia de sus contrapartes mexicanos, no pudo disputar un mundial sub17. Estuvo en el proceso de la selección que fue finalista en el mundial de Brasil 2019, pero por ser un poco más joven que el resto de los demás jugadores no alcanzó el último listado. Este pudo ser un error muy grave del Chima Ruiz, entrenador de aquel equipo, pero a pesar de aquella decepción y del interés de Canadá y de Inglaterra, Marcelo sigue prefiriendo representar a México.
Esta elección se debe en gran parte a su familia. Su padre Rubén (mexicano) y su madre Susan (canadiense) son unos locos por el fútbol, ambos jugaron y siguen ligados hoy en día a este deporte, pero la pasión de la familia que vive en México ha hecho que portar la camiseta mexicana sea un orgullo para los hermanos Flores Dorrel. Silvana (Tottenham) y Tatiana (Chelsea) también optaron por México, aunque en el caso de la última, Inglaterra no cesa en querer que juegue para representar al país británico.
La carrera de Marcelo va en camino a parecerse más a las de Gio y Vela que a la de Gómez y Espericueta. Cuando los cantos de sirena arrecian y hay halagos por todos lados su familia es la encargada de ponerle los pies en la tierra. Estos días en México era el último empujón que necesitaba para decantarse por la selección tricolor.
Sentir el cariño del público mexicano y estar un par de semanas con los jugadores de selección crea lazos que inclinan la balanza con los aztecas a pesar de que el entrenador de Canadá, John Herdman lo quiera llevar con la selección mayor mientras que el Tata Martino entiende que debe de seguir el proceso con selecciones juveniles.
Tenemos jugador para rato con Marcelo.