A veces se nos olvida lo estrecha que es la relación entre el fútbol y la política. El más reciente caso es el de la creación de la fallida Superliga. El primer ministro británico Boris Johnson vio que pronunciarse en contra y amenazar a los dueños de los equipos involucrados con severas sanciones era una gran oportunidad para retomar popularidad con el electorado en el Reino Unido. Lo consiguió y sus bonos subieron. Pan comido.
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Esta semana murió Mohamad Soukhane. El nombre no le dice a nada al aficionado del fútbol, pero la valentía que mostró él y sus compañeros dentro y fuera de la cancha les valieron pasar a la historia como uno de los equipos más importantes en la historia del fútbol. Y no, no estoy exagerando.
En 1958 nació el equipo de fútbol del FLN (Frente de Liberación Nacional) o como también se le conocería: la selección clandestina de Argelia. En ese entonces el país del norte de África todavía formaba parte de Francia, pero se encontraba en plena lucha para obtener su independencia. Fue ese año, justo antes del Mundial de Suiza 58, cuando una serie de jugadores argelinos que militaban en el fútbol francés decidieron dejar Europa para ir de manera clandestina a Argelia para formar la selección nacional.
Así fue que jugadores como el propio Soukhane (Havre), Mustapha Zituouni (Monaco), Said Brahimi (Toulouse) y especialmente la figura del Saint-Étienne y de la selección francesa, Rachid Mekhloufi, huyeron de Francia con rumbo a África.
La FIFA, debido a la presión que ejerció Francia, amenazó a todo equipo que quisiera disputar un partido en contra de la selección argelina con la desafiliación. Esto no le importó a una serie de países y fue así como el FLN pudo disputar varios encuentros a lo largo del mundo. Irak, Vietnam, China, Túnez y la entonces Yugoslavia, fueron algunos de los países en los que se pudo ver jugar a esta muy buena selección.
Jugaron en total 91 partidos en todo el mundo y fueron los mejores embajadores del movimiento de independencia que se estaba llevando a cabo en suelo argelino. Ninguno de estos encuentros se jugó en Argelia. La presión internacional y la lucha armada lograron su objetivo.
Cuatro años después de que jugaron como un equipo rebelde y clandestino la selección de Argelia podía disputar partidos como nación soberana. En 1962 se firmaron los tratados en donde se declaraba que Argelia era un país independiente. Algunos jugadores regresaron a Francia para enrolarse con sus anteriores clubes. Otros decidieron quedarse en suelo africano.
Años después el fútbol francés se sigue aprovechando del talento de los jugadores que tienen raíces argelinas, Zinedine Zidane y Karim Benzema son los ejemplos más conocidos. Es bueno hacer un alto de vez en cuando en la actualidad brutal diaria del fútbol para recordar equipos como el FLN o jugadores como Mohamad Soukhane que falleció esta semana a la edad de 90 años.