La segunda jornada de Wimbledon (césped/outdoor) tuvo dos hechos increíbles, atípicos, que incluyó a dos leyendas vivientes del tenis en la misma pista, como Serena Williams (8va) y Roger Federer (8°). Ambos tenistas cumplirán 40 años en 2021 y se coronaron en múltiples oportunidades en la Catedral del Tenis.
Serena, dueña de 7 trofeos del Grand Slam británico, se resbaló en el séptimo game de su encuentro correspondiente a la primera ronda del certamen frente a la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich (100°) y debió abandonar el Court Central del All England Lawn Tennis & Croquet Club entre lágrimas, cuando igualaban 3-3 en el primer set. La hierba estaba húmeda y le jugó un mala pasada a la estadounidense, que sufrió un fuerte tirón en el muslo izquierdo en la patinada, lo que le impidió seguir adelante. Su deseo de igualar el récord de 24 Grand Slams conquistados por la australiana Margaret Court quedará pendiente para otra oportunidad.
Distinta fue la suerte para Federer en el turno anterior en la misma cancha, porque el que sufrió el resbalón fue su rival, el francés Adrian Mannarino (41°), durante el cuarto set del partido de la rueda inaugural del tradicional torneo. El tenista suizo se hallaba en desventaja por dos sets a uno y no le encontraba la vuelta a su talentoso adversario. De todas formas, el 8 veces ganador de Wimbledon dominaba el cuarto parcial por 4-2, cuando el galo patinó en el césped después de un contrapié efectuado por el helvético. Su cara automáticamente se transformó y se vislumbraba que algo grave había ocurrido. Mannarino fue asistido por el trainer y continuó luchando, hasta que se optó por marcharse tras ceder el cuarto capítulo, visiblemente afectado en su rodilla derecha. El de Basilea reconoció en la entrevista posterior que su rival estaba haciendo mejor las cosas y que le iba a costar irse vencedor del All England.