Para toda la gente que cree que el campeonato de la NBA de este año no será más que “joyas baratas”, y que tendrá menos valor que una temporada normal, ¡ustedes han perdido la cabeza!
En el mejor de los casos, aquellos que han tomado esta posición son aquellos que siguen a un equipo que será significativamente más débil al entrar en esta burbuja y las posibilidades de ganar de su equipo se vieron severamente eliminadas.
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En cambio, en el peor de los casos, han tomado esta posición por despecho por cierto jugador o equipo debido al temor de que ganen el trofeo Larry O’Brien y así poder desacreditar el premio.
De todos modos, examinemos los hechos de por qué este año es quizá más difícil que cualquier otro. El periodista de ESPN, Adrian Wojnarowski, informó durante el fin de semana que el entrenador asistente de los Pelicans de Nueva Orleans, Jeff Bzdelik, no se unirá al equipo en la “burbuja” después de una consulta con los médicos del equipo. El mismo caso vive el entrenador asistente de Los Angeles Lakers, Lionel Hollins, debido a que fue médicamente declarado como “persona de riesgo”, según lo reportó el periodista de ESPN, Dave McMenamin.
Cuando examinas en profundad el panorama de la NBA, descubres que muchas ausencias afectarán a los equipos. Empecemos por el jugador de los Lakers, Avery Bradley, quien no jugará al querer permanecer con su familia durante esta pandemia.
Víctor Oladipo, de los Pacers, tampoco asistirá a la burbuja porque prefirió rehabilitar su rodilla y el tendón derecho del cuádriceps. Willie Cauley-Stein, de los Mavericks, anunció la semana pasada que tampoco jugara porque él y su compañera esperan un hijo, mientras que Deandre Jordan, de los Nets, dio la noticia en Twitter de que después de dar positivo por COVID-19, no participará.
Además de los ya mencionados, existe un grupo que aún no ha decidido y que tampoco se ha comprometido, como Lou Williams, de los Clippers, Dwight Howard, de los Lakers, y Bradley Beal, de los Wizards.
También debemos tener en cuenta a los jugadores que han sido diagnosticados con COVID-19 y planean jugar después de una cuarentena exitosa. Para aquellos en esta categoría, aún no estamos seguros de las consecuencias a largo plazo en sus cuerpos después de la recuperación del virus. Algunos de los que caen en este grupo incluyen Derrick Jones Jr. (Heat), Nikola Jokic (Nuggets), Malcolm Brogdon (Pacers), Landry Shamet (Clippers) y un jugador de los Rockets no identificado que, según el guardia de Houston Thabo Sefolosha, dio positivo por COVID- 19.
Luego también hay casos de jugadores como el MVP reinante de los Bucks, Giannis Antetokounmpo, quien reveló a principios de abril que no puede entrenar por el simple hecho de no tener un aro de baloncesto en su casa. Además, está Khris Middleton, de los Bucks, quien dijo la semana pasada que había pasado más de tres meses sin tocar un balón. La NBA es ese sitio en el que, aparte de ver el mejor baloncesto, se ven cosas graciosas y sobre todo curiosas.
Por último, el alero de los Celtics, Gordon Hayward, tendrá que abandonar la “burbuja” en algún momento entre la segunda y la tercera ronda debido al nacimiento de su cuarto hijo. Hayward tendrá que estar alejado del equipo durante al menos diez días.
Tras una inspección detallada de estos tiempos turbulentos que afectan a la NBA, la única conclusión a la que puedo llegar es que las posibilidades de cada equipo se han visto gravemente obstaculizadas. Esto, en mi opinión, hace que sea irracional e injusto asumir que será un título “fácil”. Los equipos intentarán ganar sin partes integrales de sus plantillas o cuerpos técnicos, además de competir sin el apoyo de la multitud, que a menudo sirve de motivación.
Los equipos tampoco tendrán la ventaja de sus partidos como locales, algo por lo que siempre trabajaron muy fuerte para obtener ese beneficio. Ahora todos juegan en campo neutral. Y no olvidemos que los jugadores y el personal de cada equipo tendrán la carga mental y emocional de estar lejos de sus familias.
El ganador de la temporada 2019/2020 de la NBA no debe tener un asterisco al lado y es insultante para los eventuales campeones inferir que debería. No existe tal cosa como afirmar que existe un anillo de campeonato de la NBA “barato”.