Si la temporada de la NBA volviera, el jugador que más ganaría sería LeBron James.
Hasta el “alto el fuego” de las ligas el pasado 11 de marzo debido al brote de COVID-19, King James estaba en medio de una temporada brillante en su camino para llevar a su equipo a una victoria final y recuperar su corona de mejor jugador en el mundo.
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Esta temporada es tan importante para LeBron, ya que es la mejor oportunidad que tiene para ganar otro campeonato. En este punto no hay una respuesta definitiva para cuál de los tres equipos de la NBA de California, además de los Sacramento Kings, será el mejor en el estado la próxima temporada.
La última vez que se disputaron los juegos, los Clippers aún no alcanzaban la química de equipo debido a que sus cinco jugadores inicialistas solo estuvieron en 11 partidos hasta ese momento.
En el norte, los Warriors no han sido el colectivo de antes, pero eso se debe a las lesiones que afectan a sus jugadores de marquesina. Los Lakers han sido fantásticos esta temporada, pero tres de sus grandes protagonistas esperaban con ansia los playoffs (Markieff Morris, Dwight Howard, Anthony Davis) y serán agentes libres sin restricciones al final de la temporada 2019-2020.
No hay garantía de que todos o alguno de estos jugadores regrese la próxima temporada debido a que atraerán interés en el mercado abierto y los Lakers no podrán retenerlos a todos sin mover otras piezas de su lista.
Anthony Davis será el agente libre más codiciado en el mercado este verano, pero los Lakers tienen sus “Early Bird Rights”, lo que le permite a LA superar el límite salarial para volver a firmarlo. Incluso con solo mantenerlo en los libros, Davis puede exigir un contrato de cinco años por 202 millones de dólares, que le pagaría $40.4 millones por temporada. Un aumento de $11.6 millones de dólares de lo que está ganando actualmente en el último año de su acuerdo.
Después de que los Lakers le ofrezcan a Davis un contrato de cinco años con esta agencia libre, les quedarán solamente $2.9 millones de espacio en el tope salarial con poca flexibilidad para firmar agentes libres y querer mejorar su nómina.
Otro factor en esta última carrera potencial de LeBron por la gloria es su edad. Cumplió 35 años el pasado diciembre en su 17ma. campaña de la NBA mientras jugaba en nivel de “Primer Equipo”. Si bien James siempre seguirá siendo el jugador más inteligente en la cancha hasta que se retire, la historia nos dice que sus atributos físicos supremos son propiedad del Padre Tiempo y, más temprano que tarde, llamará a la puerta de LeBron para que se retire.
Innumerables leyendas a través de los anales de la historia de la NBA y que llegaron antes de que LeBron viera que sus dones físicos se marchitaban jugaron menos minutos de la NBA que James. Por ejemplo, Larry Bird, Oscar Robertson, Wes Unseld, Clyde Drexler y Walt Frazier se retiraron a los 35. James Worthy a los 33. Isiah Thomas a los 32. Magic Johnson a los 32 (debido al VIH, pero regresó para 32 juegos en 1996). Willis Reed a los 32 y George Mikan a los 31.
James como Michael Jordan, Tim Duncan, Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar es un caso atípico cuando se tiene en cuenta la edad y el impacto en la cancha. Lo que implica que LeBron está navegando en aguas desconocidas en una carrera contra un enemigo que vino por todos los grandes antes que él… el Tiempo.
El comienzo está más lejos del final, pero en el último testamento del Rey James sigue siendo el poderoso conquistador que sabemos que es y todavía hay sangre, sudor y lágrimas para que pueda ofrecer su mejor juego.