El deporte no puede estar ajeno a nuestra realidad. Es falso que política y deporte no se deben de mezclar.
En la invasión rusa a Ucrania estamos viendo a una serie de deportistas que se han pronunciado acerca de la guerra teniendo mucho eco sus mensajes alrededor del mundo, pero hay otros atletas que han ido más allá y se han enrolado en la resistencia armada ucraniana.
Gracias a las redes sociales nos hemos enterado de los ucranianos que han dejado una vida cómoda en el extranjero para volver a su casa y defender a su país. El caso más reciente es el de Alexander Dolgopolov. El tenista nacido en Kiev regresó hace un par de días a su país para tomar las armas.
En una foto que se puede ver en su cuenta de Twitter se observa un casco, un chaleco antibalas y un arma larga con el siguiente mensaje: “Antes eran raquetas y cuerdas y ahora es esto”.
Dolgopolov no es el primer tenista que se enrola en la resistencia ucraniana. El primero fue Sergiy Stakhovsky, actualmente retirado, pero que en el 2013 eliminó a Roger Federer en Wimbledon. En una entrevista contó que dejó a su esposa y a sus tres hijos pequeños en el extranjero y que él decidió ir a defender a su país.
¿Qué le llevó a tomas esa decisión? Fue la pregunta del reportero y él contestó que no quiere que sus hijos sean de un país que no exista más. Es difícil tomar una decisión así. Me atrevo a decir que el 99% de las personas que estén leyendo esta columna, incluido yo, no lo haríamos.
Los deportistas ucranianos saben del impacto que tienen sus acciones en sus compatriotas y a nivel mundial. Es por eso también que vemos en sus redes sociales fotos y videos de ellos alistándose para patrullar Kiev, como es el caso de Stakhovsky, o contando cómo fue su odisea para llegar hasta Ucrania como lo hizo Dolgopolov.
Hasta ahora no ha habido futbolistas de alto perfil que hayan dejado sus equipos en Europa para tomar las armas. Hemos visto expresiones de ellos en las canchas como las realizadas por Yarmolenko (West Ham) o Malinovsky (Atalanta) quienes después de anotar dedicaron sus goles a la gente en Ucrania y pronunciándose a favor de que llegue la paz.
El mundo entero está mirando lo que pasa en Ucrania, pero son pocos los que están tomando acción.
Curiosamente un deporte que no es de contacto y siempre se ha tachado de elitista está tomando la iniciativa. Espero que esto termine pronto y que podamos ver a todos los deportistas ya sean amateurs o profesionales que tomaron las armas de vuelta en las canchas de donde nunca tuvieron que haber salido.