Nacido en Japón en 1878, Mitsuyo Maeda fue uno de los primeros y más prodigiosos alumnos del Instituto Kodokan de Tokio, la primera escuela en el mundo en enseñar las técnicas del judo. Siendo apenas un adolescente practicó sumo, pero le faltaba algo para encajar en el deporte.
En esa etapa de su vida otra disciplina robó su atención; debido al interés generado por las historias sobre el éxito de judo en competiciones entre el judo y jujutsu que estaban ocurriendo en ese momento, se cambió del sumo para el judo.
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Las crónicas describen a Maeda como un peleador inusual puesto que su físico no era imponente, pero se dice que al mirarlo de cerca la sensación aumentaba debido a su baja complexión y musculatura nada intimidante.
Su 1.64 m de altura y 64 kilogramos no impidieron a Jigoro Kano, creador de este estilo de lucha, visualizar las habilidades de Maeda y para su adiestramiento se le asigna a Tsunejiro Tomita ( 4º dan), y que era también el más pequeño de los maestros de aquellos años. La intención del maestro Kano era demostrar que el tamaño en judo no es lo más importante.
Fue en 1904 que inició la travesía de Mitsuyo Maeda al trasladarse a los Estados Unidos como asistente y socio de exhibición de su maestro Tomita. Maeda, tenía por aquel entonces 26 años y ya un brillante cuarto dan y profesor del Kodokan. En ese viaje, donde también les acompaño Satake Soshihiro, tenía la intención de promocionar la disciplina.
Entre 1904 y 1915 anduvieron visitando varios países, tanto en América como Europa, sin embargo su estadía en el continente americano fue más prolongada; Inglaterra, Bélgica y España, Estados Unidos, Cuba, Brasil, México, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina fueron los destinos.
Luego de una larga temporada en Cuba, finalmente, se estableció en Brasil en el 1917, convirtiéndose en maestro de la familia Gracie, considerados como los padres del Jiu Jitsu Brasilero en las Artes Marciales.
Maeda no solamente le enseñó a Carlos Gracie, patriarca del Gracie Jiu Jitsi, la disciplina. Además le pasó la filosofía del combate al dividirlo en etapas, como golpeo, piso, lucha, entre otras.
En tierras ibéricas las circunstancias relacionadas con su nacionalidad y extraño nombre para oídos de los españoles se conjugaron para que en algún momento se le apodara a Maeda “Conde Koma”.
Pero el año de 1914 determinó el que sería el destino final de Mitsuyo. El 14 de noviembre de 1914 llegó Brasil por primera vez y en 1915 visitó Belem de Para y Manaus, en la zona norte. Para 1917 realizó su segundo viaje a Brasil en donde conoció a Gastao Gracie, padre de Carlos y Helio Gracie, quienes son reconocidos como los creadores de jiu-jitsu brasileño.
El gran trabajo de Mistsuyo Maeda y Satake Soshihiro durante la difusión del judo por el mundo, pero específicamente en Brasil, les otorgó ser considerados los pioneros del judo en tierras cariocas.
La trascendencia de los actos de Maeda fueron más allá del espectáculo que generaba el judo, ya que en 1921 fundó su propia academia en Belem y con ello optó por quedarse en Brasil entre la numerosa colonia japonesa, llegando a nacionalizarse y adoptando el nombre de Otávio Maeda.
El “Conde Koma” logró ser un luchador extraordinario puesto que en contadas ocasiones fue derrotado. Su misión en la difusión del judo por el mundo le permitió ser reconocido con el 7º dan posterior a su muerte, por ello su legado como deportista Asiático-Latino es reconocido en Herencia Asiática.