El sincretismo chino-mexicano no podría tener mejor representante que Ma Jin. En un pestañeo transcurrieron 18 largos años desde que abandonó su natal Beijing (18 de marzo de 2003) para instalarse en Ciudad de México e integrarse como entrenadora de la Selección Nacional de clavados.
En México, la entrenadora se enfrentó a un gran desafío personal. Atrás, en China, dejó a su hijo de 11 años de edad, a quien no volvió a ver hasta que éste cumplió 17. Además, su máxima prioridad era aprender español para poderse comunicar con los deportistas y, por si fuera poco, llegaba a una disciplina con un ambiente complicado debido al divisionismo.
Ma Jin era estoica. Aunque muchas veces pasó por su mente regresar a China, los excelentes resultados deportivos y el vínculo afectivo que desarrolló con sus alumnos, principalmente Paola Espinosa y Rommel Pacheco, provocaron que en su corazón naciera un amor real por México. Desde entonces, la entrenadora nacional tiene más alumnos a quienes instruye bajo los principios de la disciplina y la técnica china.
Los de Tokyo 2021 serán los cuartos Juegos Olímpicos en los que Ma Jin dirige a los clavadistas mexicanos.
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“Me siento orgullosa de ser china y de ayudar a México con el conocimiento que aprendí en mi país”, comentó Ma Jin, quien incluso prefirió honrar a sus padres, Meng Xiu Lan y Ma de Qing, sin ausentarse de las competencias a pesar de sus respectivas muertes. De ese tamaño es el compromiso y responsabilidad de la entrenadora.
Ma Jin considera que México puede subir al podio en Tokyo
A pesar que China es considerada la potencia número uno en la disciplina de los clavados, Jin considera que en Tokyo 2021, México tiene posibilidades de subir al podio.
“Las mayores posibilidades están en la rama varonil, tanto en trampolín como en plataforma, en modalidad de sincronizados, es donde se pueden conseguir las preseas”, consideró la especialista, quien en 2012 recibió la Orden Mexicana del Águila Azteca, máximo reconocimiento que entrega el gobierno de México a los ciudadanos extranjeros.
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Y aunque son sus compatriotas los rivales a vencer en la fosa de clavados, la timonel china-mexicana es una profesional y jamás se desvía de su misión: llevar a México a lo más alto del podio.
