La mujer que durante 319 semanas figuró como líder de la WTA vive el ocaso de su carrera y quizá de ahí deriva el hecho de jugar sin presión en el US Open, torneo donde se presentó a competir con un lujoso atuendo plagado de diamantes y oro.
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A sus 40 años, Serena Williams está lista para colgar su raqueta en el armario, pero desea irse en plan grande como lo demanda una tenista ganadora de 23 títulos individuales de Grand Slam.
En la primera ronda del US Open, la afroamericana eliminó a Danka Kovinić y en la segunda fase se impuso a Anett Kontaveit, lo cual le permite mantener viva la ilusión de ganar el torneo y así colocarse al lado de la australiana Margaret Court como las máximas triunfadoras de Gran Slams en la historia, sólo que antes deberá desafiar a Ajla Tomljanović.
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De cualquier manera, Serena luce radiante en la cancha sobre todo por la ostentosa indumentaria que presentó recientemente.
Vestida completamente de colo negro, Williams saltó a la cancha del estadio Arthur Ashe para sorprender a 25 mil aficionados gracias al espectacular con corpiño que portaba con 400 brillantes incrustados muy al estilo de los patinadores artísticos.
Además, en su cabello la tenista también lucía otros diminutos cristales que hacían juego con las incrustaciones de diamantes que llevaba en su calzado deportivo, el cual dicho sea de paso fue un diseño especial de la marca Nike que incluyó etiquetas de oro macizo en los cordones.
De esta manera, al margen de lo que haga en la cancha durante el resto del torneo, Serena Williams ya cumplió con el objetivo de grabar su imagen en la memoria de los amantes del tenis.