La multicampeona Serena Williams dijo adió al tenis ante su público en el Estadio Arthur Ashe, tras ser vencida por la australiana Ajla Tomljanovic (46°) por 7/5 6/7(4) y 6/1 en un cotejo correspondiente a la tercera ronda del US Open (cemento/outdoor). La tenista estadounidense puso fin a una carrera espectacular, que comenzó cuando era una adolescente de apenas 14 años, en el lejano 1995. Su vitrina habla por sí sola: allí descansan 73 títulos WTA, de los cuales 23 son de Grand Slam, unos números escalofriantes. No falta una medalla de oro olímpica, lograda en los JJOO de Londres 2012.
Serena había anunciado que su amado US Open sería la última escala de su trayectoria en el tenis. Hace 3 semanas manifestó que prefería seguir construyendo su familia que agrandar su calificado CV en el tour, eligiendo la gran cita neoyorkina para el suceso, una noticia que causó un fuerte impacto a nivel mundial, no solo en el deporte blanco. Eligió con precisión quirúrgica el certamen que la vio coronarse por primera vez en un Major en 1999, cuando contaba con solo 17 años. Su vencida en la primera final de Grand Slam que alcanzó fue la suiza Martina Hingis, otra niña prodigio de aquella época y que tenía mayor experiencia en el circuito.
Cerca de cumplir 41 años, el próximo 26 de septiembre, Serena se preparó para estar a la altura del acontecimiento. Su jerarquía no estaba en duda, sino su falta de competencia. Apenas disputó tres encuentros en la temporada, una victoria y dos traspiés, todos en el tramo previo al US Open. El año pasado se lesionó en la ronda inaugural de Wimbledon, un contratiempo que la obligó a abandonar en el primer set, con apenas 6 games jugados, y a apartarse del tenis.
Más de un año de inactividad para la oriunda de Saginaw, Michigan, demasiada quietud para una competidora acostumbrada a la acción permanente. Seguramente, en ese lapso habrá pensado y repensado su futuro, tanto en el plano profesional como en el personal. Está casada con Alexis Ohanian, con quien tuvo a su hija Alexis Olympia, hoy de 5 años de edad. La última conquista de Grand Slam de Serena fue en la edición 2017 del Australian Open ante su querida hermana Venus. Tiempo más tarde confesó haber jugado en Melbourne embarazada de 8 semanas.
Posterior a la conquista en Melbourne, Serena tuvo chances de sumar su 24° título de Grand Slam y alcanzar el récord de otra australiana, Margaret Court, quien se segura seguir liderando el rubro por varios años más. Mucho esfuerzo pero no pudo concretar el objetivo, combinando el rol de madre con el tenis. Sin embargo, el mensaje que dejó en esos intentos fue superlativo, luchando codo a codo con las nuevas generaciones en finales y semifinales de Grand Slam, ante colegas mucho más jóvenes.
Volviendo a lo ocurrido en la noche del viernes, el colmado Estadio Arthur Ashe vibró, sufrió y disfrutó la última función de la eterna ídola, deseando que se extienda otro capítulo. La multitud presente paró de alentarla y Serena devolvió el cariño con entrega, dejando todo y más.
Cuando ganó el tie break del segundo parcial la ovación hacia Serena fue impresionante, parecía que las gradas se movían de la emoción. Al menos iban a ver un parcial más a la leyenda del tenis, considerada por muchos como la GOAT (Greatest Of All Times). En español: La Mejor De Todos Los Tiempos. Arrancó bien la menor de las hermanas Williams el set decisivo, quebró a su rival en el primer game pero después no pudo ante la frescura de Tomljanovic, de 29 años, que hilvanó 6 juegos y se encargó de despedirla. Quedó en evidencia la falta de ritmo de la séxtuple campeona del US Open, no así el resto de sus virtudes, que fueron exhibidas como siempre.
En el último punto, la ex número 1 del mundo falló desde una posición ofensiva, yendo hacia adelante y buscando revertir un desarrollo adverso. No podía ser de otra manera. Recién en el sexto match point la legendaria Serena Williams abdicó ante Tomljanovic, poniendo fin a su pasión y dejando un mensaje positivo para propios y extraños del tenis. Siempre para adelante y sin rendirse. El planeta tenis ya la está extrañanado.
El saludo post match de Serena a los cuatro costados del court central del Billie Jean King Tennis Centre, llevando su mano izquierda al corazón, conmovió a todos. En la conferencia de prensa siguiente agradeció a todos: a su familia, a sus padres, a su hermana Venus, al público y a tanta gente que la apoyó a lo largo de todo su recorrido en el tenis. Recibió mucho afecto de parte de sus pares, quienes le enviaron videos felicitándola y agradeciéndole por todo lo que hizo por el deporte que abrazó desde pequeña, inspirada y formada por su padre Richard.
¡¡ GRACIAS POR TODO SERENA!!