Julio César Chávez González, excampeón mundial de boxeo, reconoce estar triste y preocupado por el delicado estado en el que se encuentra su primogénito, Julio Jr., quien a través de algunos videos compartidos en redes sociales presuntamente muestra haber recaído en el consumo de sustancias prohibidas.
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Durante una intervención en el podcast Bromeando con los Rivera, el expugilista de 61 años mencionó sentir lástima después de ver algunos videos donde su hijo Julio César Chávez Carrasco denota una presumible recaída en el mundo de las drogas.
“Me da lástima, porque sus hijos están chiquitos y no los está disfrutando. Me duele que se vaya a quedar loco, que le vaya a pasar un accidente manejando a las 12 o una de la mañana a todo lo que da, que le vaya a dar un infarto de tantas pastillas que se mete“, indicó.
El denominado “César del boxeo” no da crédito ante la debilidad mostrada por su vástago frente a las drogas sintéticas, sobre todo después de que en varias ocasiones ha intentado superar su adicción.
“Estuvo un año en un anexo y todos muy contentos, pero a la semana de salir ¡Otra vez! Yo digo: ‘Dios mío, ¿qué pasó?’. No es posible que a la semana recayera en las pastillas y digo: ‘¿Qué hago?’. Lo he metido otra vez a la clínica, se limpia y otra vez sale”, rememoró.
Lo más terrible para el exmonarca sonorense es que una de sus líneas de negocio montadas después de retirarse del boxeo profesional está dirigida a la rehabilitación contra las drogas a través de varias clínicas en las cuales tampoco ha logrado que su hijo abandone el infierno donde parece estar condenado a consumirse a sus 37 años.
“Es algo muy doloroso para mí, porque los hijos son otra cosa. El dolor más grande que siento es que teniendo mis clínicas de adicciones no lo puedo ayudar”, enfatizó.
Por su parte, Julio César Chávez Carrasco ha denunciado sentirse traicionado por su esposa Frida Muñoz y por el resto de sus familiares quienes asegura solo desean despojarlo de la fortuna acumulada durante los años en que subió al ring.