Finalmente, la antorcha de los Juegos Olímpicos de París 2024 está en suelo francés con su llegada a Marsella desde Grecia; un recorrido que fue embarcado por el mítico velero Belem, el cual guarda una asombrosa historia.
Un millar de barcos participaron en la parada marítima que acogieron al Belem, el velero en el que la antorcha, encendida en Olimpia el pasado 16 de abril, fue embarcada el 27 en un candelabro que se situó en su camarote principal.
Tras doce días de navegación, el segundo mayor velero de Francia lució su impresionante estampa de tres mástiles frente a las costas francesas que durante los Juegos acogerán las pruebas de vela.
Le @troismats_Belem approche de sa destination ⛵
Rendez-vous dans quelques heures pour un événement historique 🤩#flammeolympique | @Paris2024 pic.twitter.com/Ce36FNNhvb
— Jeux Olympiques (@jeuxolympiques) May 8, 2024
París 2024: Belem, vivió para contarlo
Justamente, Belem fue construido en Nantes, Francia en 1896 durante la celebración de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en Grecia; por lo que casi un siglo después, sus caminos se cruzaron a pesar de verse inmerso en diferentes tragedias.
El velero que adoptó el nombre de la propia ciudad portuaria de Brasil, destino que marcaría su viaje inaugural y que durante su trayecto sufrió un incendio a bordo; afortunadamente pudo ser reparado.
A lo largo de los años y tras varios viajes transatlánticos transportando cacao, ron y azúcar, volvió a sobrevivir a otra tragedia: la erupción del monte Pelée en 1902, la cual causó una destrucción total en Sant-Pierre y donde más de 30,000 personas perdieron la vida.
A su vez, el Belem ha pasado por diferentes dueños que han modificado la estructura del velero, convirtiéndolo desde un yate hasta un barco escuela, lo que ocasionó también su cambio de nombre por Fantôme II, Giorgio Cini, entre otros.
La historia de Belem cambió radicalmente en 1979 al ser comprado por la Unión Nacional de Cajas de Ahorros de Francia y la Marina, quienes restauraron el barco por los próximos años para transformarse en un monumento histórico el 27 de febrero de 1987.
El velero, que cuenta con una longitud de 58 metros y 34 metros de altura, recibió a las familias de los deportistas franceses que participaron en Londres 2012.