A sus 58 años, Julio César Chávez González es considerado una leyenda viviente del boxeo y durante el fin de semana pasado sostuvo la que asegura fue su última función de exhibición sobre el ring para con ello cerrar una trayectoria plagada de éxito. Sin embargo, su talón de Aquiles parecen ser sus hijos.
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En la misma cartelera donde se presentó el denominado “Cesar del Boxeo”, Julio César Chávez Carrasco volvió mostrar una deficiente preparación y perdió por decisión dividida frente Anderson Silva, un rival 11 años mayor.
Por otra parte, Omar Alonso Chávez Carrasco fue derrotado por decisión unánime en la pelea que sostuvo ante Ramón “Inocente” Álvarez.
Frente a lo que considera un agravio a su prestigio, Chávez González señaló estar harto por la falta de compromiso que muestran sus hijos.
“Este es un cuento de nunca acabar. Prefiero que se retiren y ya la chingada. Porque si no se van a preparar a conciencia solo van a hacer un pinche ridículo”, expresó.
Feliz Día del padre pic.twitter.com/Zrxbf1eeDL
— Julio César Chávez (@Jcchavez115) June 20, 2021
Asimismo, el ex monarca universal reconoció sentirse decepcionado por haberles abierto las puertas al boxeo y los quiere ver fuera de las carteleras.
“Quisiera que estuvieran chicos, ahora de grandes cómo chingan, la neta. Me tienen estresado, ha sido una chinga. Me arrepiento de haberlos metido”, enfatizó.
Lo más penoso del caso para los vástagos de Chávez es que ya acumulan una mala racha que se refleja en las cuatro derrotas que arrastran en sus últimas seis peleas, algo que no se pueden permitir ya que Julio tiene 35 años y Omar 31, edad que para cualquier otro boxeador con esos antecedentes supondría el ocaso de su carrera.