Este artículo se publicó originalmente en febrero de 2022 como parte de un proyecto para celebrar el legado y valiosa aportación de los deportistas afro latinos con motivo del Mes de la Historia Afroamericana. Hoy lo volvemos a publicar siguiendo el mismo propósito.
Martín Dihigo nació para jugar béisbol. No es casualidad que tanto fanáticos como rivales lo llamaran “El Maestro” y “El Inmortal”.
Fue exhaltado al Salón de la Fama del Béisbol en 1977, y la mayoría lo describen como uno de los jugadores más versátiles que jamás haya visto el deporte. Podía hacerlo todo, sobresaliendo en todas las posiciones, ya que podía batear, lanzar y era un jugador defensivo sobresaliente.
Johnny Mize, miembro del Salón de la Fama que jugó durante 15 temporadas con los New York Giants, New York Yankees y St. Louis Cardinals, es citado por MLB.com señalando que Dihigo “era el único jugador que vi, que podía jugar todo nueve posiciones, dirigir, correr y batear de ambos lados”.
Aunque nunca jugó en las Grandes Ligas, la carrera de Dihigo abarcó varias décadas con una larga participación en las Ligas Negras, la Liga Mexicana de Béisbol Profesional, la Liga Cubana y la Liga Venezolana. Su carrera comenzó en su Cuba natal a los 17 años, comenzando en las Ligas Negras en 1923.
Dihigo nació en Matanzas, Cuba el 25 de mayo de 1905, hijo de Benito Dihigo, un trabajador de la caña de azúcar que estuvo involucrado en la Guerra Hispanoamericana de 1898. Según Bijan C. Bayne, un escritor de The Undefeated, Dihigo abandonó escuela cuando estaba en sexto grado para trabajar en los ingenios azucareros.
Su amor por el deporte comenzó a los 12 años, jugando en ligas juveniles organizadas en Cuba. Debutó con los Havana Reds en 1922, pero no jugó mucho, acumulando promedio de bateo de .179 según Peter Bjaerkman, autor de Baseball with a Latin Beat: A History of the Latin American Game.
Como muchos otros grandes jugadores de las Ligas Negras, fue descubierto por Alejando Pompez en una de sus giras a la isla caribeña con los New York Cubans. Dihigo se unió al equipo, y fue allí donde comenzó su ascenso a la fama y demostró el increíble talento que lo llevó a Cooperstown.
Durante una carrera que abarcó décadas hasta los 1940, Dihigo jugó para los Cubans, los Homestead Grays y el Hillsdale Athletic Club, trasladándose a las ligas de béisbol de invierno en Cuba, México, República Dominicana y Venezuela. En las Ligas Negras solamente, tuvo un promedio de bateo de .301 en su carrera, 63 jonrones y 201 carreras impulsadas. También lanzó durante 10 de esas temporadas, con un récord de 23-20.
Dihigo también fue jugador-dirigente de los Cubans durante las temporadas 1935-36, según The Undefeated.
“Dihigo fue uno de los más grandes que he visto”, dijo el miembro del Salón de la Fama Roy Campanella. “Era un bateador tremendo, tenía un gran poder, todo. Jugué contra él en la liga de invierno de Cuba, en México y en la Liga Nacional Negra cuando estaba con los New York Cubans”.
Sus mejores momentos llegaron mientras jugaba en México. En la liga de béisbol profesional del país, se le atribuye el primer juego perfecto en esa liga y durante la temporada de 1938, de acuerdo a MLB.com, tuvo una efectividad de 0.92 en 167 entradas lanzadas con un récord de 18-2 y ganó el título de bateo con un impresionante promedio de .387.
Minnie Miñoso, también considerado uno de los mejores jugadoras cubanos de la historia, le dijo a Bjaerkman en su libro que “Dihigo una vez me dejó llevar sus zapatos y guantes y así fue como entré al estadio de béisbol cuando era niño. Era un hombre grande, todo músculo, sin un gramo de grasa. Me ayudó enseñándome a jugar bien”.
Luego de terminar sus días como jugador, Dihigo continuó como dirigente en las Ligas del Caribe, ganando la Serie del Béisbol del Caribe (que incluía equipos de Puerto Rico, Cuba, Venezuela y República Dominicana) como mentor de los Leones de Caracas en 1953.
Dihigo es uno de los dos únicos jugadores que han sido incluidos en los Salones de la Fama del Béisbol en México, Cuba, República Dominicana, Venezuela y Estados Unidos. El otro fue Willie Wells, también destacado de la Liga Negra en las décadas de 1930 y 1940. Dihigo falleció en Cuba en 1971 a los 65 años.