Randall Cunningham: legendario quarterback antes y después del retiro

Para muchos Randall Cunningham es uno de los quarterbacks más subestimados en la historia de la NFL y pionero de los mariscales de campo móviles que quizás ya estaría en el Salón de la Fama del Football de no haber sido por las lesiones.

Cunningham fue una doble amenaza en los emparillados porque podría ganarte con el brazo o las piernas, pero el castigo recibido durante sus 11 años con los Philadelphia Eagles lo obligaron aun retiro prematuro aunque resultó ser nada más una breve “deténte” ya que volvió a la acción un año después para triunfar con los Minnesota Vikings.

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Cunningham, quien nació en Santa Barbara, California en 1963, jugó 16 temporadas en la NFL para las Eagles, los Vikings, los Dallas Cowboys y los Baltimore Ravens, pero es más recordado por su años con las primeras dos franquicias.

En sus inicios jugó para la Universidad de Nevada y en draft de la NFL de 1985 fue seleccionado en el segundo round por los Eagles, quienes finalmente le entregaron la titularidad en el 1987.

Su carrera comenzó a despuntar en 1988, cuando fue elegido para ser el quarterback inicial del Pro Bowl, el primer mariscal de campo afroamericano en recibir la distinción. También en los playoffs impuso un récord de la franquicia al lanzar 54 pases que dieron como resultado 407 yardas.

Estaría presente en el siguiente Pro Bowl, donde fue nombrado el Jugador Más Valioso, y en la temporada de 1990, culminó con 942 yardas por tierra, la cual es la tercer mayor cifra jamás lograda por un quarterback.

Al comienzo de la temporada 1991, Cunningham sufrió rotura del ligamento cruzado anterior que lo obligó a perderse el resto de la temporada, y aunque regresó para la 1992 sin ningún tipo de problema, se vio limitado físicamente. Luego en las campañas de 1993 y 1995, las lesiones volvieron a ser un impedimento y terminó por perder la titularidad en el 1995.

Con apenas 33 años, Cunninghham anunció su retiro de la NFL al concluir la campaña de 1995, terminando con 22,877 yardas y 105 touchdowns, y 4,482 yardas por tierra en 11 años con los Eagles.

Sin embargo, su retiro sería corto. Descansó una temporada para recuperarse de las lesiones y la carga emocional que trajo consigo, y regreso para la temporada de 1997 al unirse a los Vikings para ser el quarterback de reserva.

En 1998 entonces tuvo la mejor temporada de su carrera con unos Vikings que impusieron un récord de puntos en temporada regular. Randall consiguió 34 pases de touchdown y 3,704 yardas por aire, además de tener un récord de 13-1 en sus 14 juegos como titular, y terminó segundo en la votación para el Jugador Más Valioso.

Para la siguiente campaña comenzó a perder la titularidad poco a poco hasta quedar fuera de los Vikings al finalizar la temporada del 1999, y jugó sus últimas dos temporadas con los Cowboys y Ravens.

En agosto del 2002, firmó un contrato de un solo día con los Eagles para retirarse de manera definitiva de la NFL.

Si bien Cunningham no pudo ganar un anillo de Super Bowl, ese regreso triunfal luego de retirarse no deja de ser uno de los retornos impresionantes en el deporte.