La gimnasta estadounidense Simone Biles sorprendió al mundo cuando, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, hizo un alto por salud mental abandonando la competencia por equipos y a su regreso obtuvo medalla de bronce en la vida de equilibrio.
Sin lugar a dudas, Simone Biles, a sus 24 años, con cada una de sus espectaculares actuaciones ha revolucionado el mundo de la gimnasia artística, pero en los pasados Juegos Olímpicos también puso al mundo de cabeza al alertar sobre la salud mental de los deportistas, luego de retirarse de varias competencias en Tokio.
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La historia personal detrás del peso de ser Biles
La historia personal de Simone Biles ha sido intensa. A los tres años los servicios sociales de Columbus, Ohio, intervinieron para rescatarla a ella y a sus tres hermanos de su madre, Shanon Biles, quien desafortunadamente estaba inmersa drogas y alcohol. Razón por la cual, las autoridades le quitaron la custodia de sus niños. El abuelo materno de Simone Biles, Ronald Biles y su segunda pareja Nellie adoptaron a Simone y Adria, mientras que los varones se fueron con la hermana de Ronald.
Nellie recuerda que un paseo escolar fue lo que acercó a Simone Biles a la gimnasia, ya que, con tan sólo seis años, en una visita al Centro de Gimnasia Artística, la pequeña impresionó a todos con algunas piruetas y volvió a casa con un mensaje para los padres recomendando que la niña ingresara a un instituto de gimnasia.
“Un día decidió que sería una gran gimnasta y, desde entonces lo ha hecho todo para lograrlo”, comentó Aimee Borman, entrenadora de Simone Biles desde pequeña y que continúa a su lado.
Más adelante, a inicios de 2018, Simone Biles reconoció que, al igual que al 265 gimnastas, también fue víctima de abuso sexual por parte del médico del equipo estadounidense de gimnasia Larry Nassar.
“Yo también soy una de las muchas sobrevivientes que fueron objeto de abuso sexual por Larry Nassar”, escribió la joven gimnasta en una carta compartida vía Twitter. Sin embargo, Simon Biles no permitió que esa lamentable experiencia mermara su espíritu o su exitosa carrera. “Me encanta este deporte demasiado y nunca he sido cobarde”, añadió.
“Todo el mundo te tuitea y sientes el peso del mundo“
10 títulos mundiales convirtieron a Simone Biles en la primera gimnasta en la historia en ganar tres campeonatos mundiales consecutivos en el programa completo. Por si esto fuera poco, sus cuatro medallas de oro en las pruebas de suelo, salto, general individual y general por equipos, y una de bronce en la competencia de la barra de equilibrio en los Juegos Olímpicos de Río 2016, la colocaron en la cima del mundo de este deporte.
Las expectativas que se generaron en torno a su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 eran muy altas. Era una de las atletas más esperadas para ver competir y todo parecía apuntar a que el equipo de Estados Unidos arrasarían con las medallas por equipos y ella acumularía varias a nivel personal.
Sin embargo, en la final de gimnasia artística por equipos, Simone Biles abandonó la competencia después de su prueba de salto, lo cual provocó que se modificara el curso de la competencia de ese día y la medalla de oro la ganó el equipo de Rusia.
“Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental es más importante en los deportes en este momento. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, declaró Biles.
También comentó que ella, al igual que cualquier otra persona, tiene derecho a tener límites, sentirse mal y dar un paso atrás cuando no se tiene la confianza en lograr un objetivo.
“No quería salir y hacer algo estúpido y lastimarme. Siento que muchos atletas que han hablado al respecto [sobre la salud mental] realmente han ayudado (…) Es algo muy importante, son los Juegos Olímpicos, pero al final del día no queremos que nos saquen de allí en una camilla“, declaró Biles, quien, además de renunciar al all around, decidió que tampoco participaría en la final individual en suelo, salto y barras asimétricas.
Pese a las críticas y comentarios negativos que recibió por parte de algunos medios, que llegaron a hablar de su fracaso como atleta en Tokio 2020, Biles afirmó que “para todos los que están diciendo que renuncié, debo decir que no. Mi mente y mi cuerpo no están simplemente en sincronía con lo que están ustedes viendo aquí”.
Por fortuna, recibió varias muestras de apoyo por parte de sus entrenadores, sus compañeras gimnastas, otros atletas, así como el apoyo de Sarah Hirshland, directora ejecutiva del Comité Olímpico y Paralímpico estadounidense, quien declaró que “aplaudimos tu decisión de priorizar tu bienestar mental por encima de todo lo demás y te ofrecemos todo el apoyo y los recursos de nuestra comunidad de Team USA mientras navegas por el camino que tienes por delante”.
Finalmente y para el beneplácito de todos sus seguidores y amantes de esta disciplina, Simone Biles decidió regresar a la competencia individual de viga de equilibrio y, con una rutina llena de confianza en el aparato, obtuvo 14.000, puntuación que le otorgó la medalla de bronce, mientras que las medallas de oro fueron para las chinas Guan Chenchen con 14.633 y Tang Xijing con 14.233 puntos, respectivamente.
Definitivamente, Biles pasará a la historia del deporte, no solo como una extraordinaria gimnasta, sino como una mujer valiente que supo reconocer que la salud mental le estaba afectando en su rendimiento y supo decir no, hacer una pausa y regresar para disfrutar realmente de lo que tanto ama y que le ha dado tanta alegría.