Despiértenme cuando llegue septiembre. Llegó el mes mágico para muchos de nosotros. Los aficionados de la NFL ya no van a estar huérfanos los domingos y podrán verla ese día en todas las pantallas que tengan al alcance de la mano desde temprano a bien entrada la noche. Los aficionados al fútbol saben que martes y miércoles tienen que liberar la agenda a mediodía por lo menos dos horas porque, por fin, la Champions League empezó.
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Dejaré a mi compañero de El Despertador, Kenneth Garay, que escriba de la NFL. Esta columna estará dedicada a la Champions que no decepcionó en su primera jornada. Si estuviéramos en el patio de la escuela se cumpliría todo lo que esperamos de un torneo organizado por los estudiantes: Los que nadie quiere por tener a los mejores y ser bastante arrogantes, los que sabes que no van a hacer nada en el torneo e inevitablemente los van a golear pero caen muy bien y los que hace algún tiempo eran invencibles pero que por peleas internas, algunas veces ocasionadas por una mujer, se fueron separando poco a poco.
No voy a hacer una guía de todos los equipos de la Champions, pero quiero centrarme en tres. El PSG, el Sheriff y el Barcelona. Los parisinos nos permitieron ver por primera vez esta semana juntos a la MNM (término que espero que no pegue y quede olvidado). Messi, Neymar y Mbappè, en teoría la mejor delantera desde la MSN (término que me gustaba más). El común denominador es Messi y era obvio que los ojos del mundo iban a estar centrados en Brujas para ver el debut del argentino en Champions con el equipo parisino que por cierto lo hizo vestido de blanco para que le doliera más a los blaugranas.
Messi no tuvo ni de cerca su mejor partido, brilló algo más que en su debut en la liga francesa, algo que tampoco era muy difícil. Mi teoría es que escuchó la petición de los aficionados belgas que le exigían clemencia antes del partido.
“Messi have mercy” se pudo leer en algún cartelón en la tribuna. El rosarino lo leyó e hizo caso. Mbappè se lesionó al 51 y hasta ahí llegó el debut de esta tripleta. El que quedó a deber más de los tres fue Neymar quien no estuvo a la altura de las expectativas. “Falta trabajo” declaró Pochettino al final del partido. El problema para él es que va a tener que rendir examen casi cada tres días y hasta ahora no ha aprobado.
El Sheriff es el equipo de todos los que nos gustan las historias en las que sabemos que el amigo del protagonista va a morir antes del final de la película, pero que aún así esperamos que sobreviva para encontrar el tesoro perdido en alguna jungla. Localizado en el país más pobre de Europa, Moldavia, pero en una región independiente, Transnistria, que tiene incluso su propia moneda, es el equipo al que queremos que le vaya bien.
En su debut le ganó al poderoso Shaktar Donetsk dos a cero. Triunfo que les permitió acabar líderes en su grupo por encima del Real Madrid y del Inter de Milán. Muy probablemente esta vaya a ser su única victoria en el torneo. Eso lo sabía su afición que festejó frenéticamente en la tribuna. Yo ya me prometí ir algún día a ese estadio y lo voy a cumplir.
Por último, el Barcelona. Un equipo que pasó a ganar todo lo que era ganable a convertirse en un equipo que firmaba la derrota por 1-0 ante el Bayern antes de empezar el partido. El 3-0 final les salió barato. Dio la impresión que si los alemanes hubieran querido podrían haberse acercado a la cifra de los ocho goles que consiguieron hace un poco más de un año en Lisboa, pero que, al igual que Messi en Brujas, tuvieron clemencia de este Barcelona deprimido que no sabe cómo sortear la disputa que hay entre su presidente, Joan Laporta y Ronald Koeman.
¡Gracias, septiembre! Te extrañamos. Lo único que te pedimos es que no traigas más temblores contigo.