Las palabras de Nasser Al-Khelaïfi hace algunas semanas en L’Équipe sobre el futuro de Kylian Mbappé fueron contundentes: “Mbappé se va a quedar en París, nunca lo vamos a vender y nunca se irá gratis”. Bajo esta premisa es muy complicado negociar. Al-Khelaïfi ha demostrado que no le tiembla la mano cuando hay que negociar con algún jugador que no está dispuesto a renovar su vínculo con el PSG.
Estas declaraciones fueron muy fuertes y muestran la arrogancia de alguien que sabe que siempre consigue lo que desea. Al-Khelaïfi entiende que tiene en sus filas al jugador que quizás más se pueda acercar al nivel de Messi y Cristiano Ronaldo. Es por eso que va a ir hasta las últimas consecuencias por retenerlo. Si solo dependiera de él lo haría incluso en contra de la voluntad de Mbappé.
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Si el representante de Mbappé fuera Mino Raiola o Jorge Mendes probablemente le habrían aconsejado al campeón del mundo renovar con el PSG y no enemistarse con uno de los hombres más poderosos del fútbol. Gracias al estrepitoso fracaso de la Superliga Al-Khelaïfi es actualmente el presidente de la Asociación de los Clubes Europeos (ECA), ya que tomó el lugar de Andrea Agnelli, presidente de la Juventus. El problema para el catarí es que el agente de Kylian es su padre. Alguien quien no tiene que quedar bien con él y ser político ya que no tiene necesidad de intentar colocar en el Paris Saint Germain a algún lateral izquierdo que represente y que esté jugando en el Braga portugués o en el Vitesse holandés.
L’Équipe reveló que Mbappé no va a renovar y que saldrá libre el próximo año. Los grandes de Europa están como niños afuera de la juguetería esperando que la abran para poder entrar y escoger el regalo de cumpleaños que la abuela les prometió. No renovar contrato se ha vuelto una sana tendencia en los últimos años. No solo en Europa sino también en México. Les quita poder a los clubes y empodera a los jugadores si saben jugar bien sus cartas. Claro que las cosas se pueden torcer como a Víctor Valdés en el Barcelona que se lesionó de gravedad y por no haber renovado se quedó sin equipo para la siguiente temporada.
Mbappé no tuvo una buena Eurocopa y se sumó a la lista de grandes jugadores que fallaron penales decisivos. Zico y Sócrates fallaron en la eliminación de Brasil ante Francia en 1986, también Platini, pero su equipo avanzó. Maradona falló en Italia 90 ante Yugoslavia, afortunadamente para él Goycochea lo terminó salvando. Quizás el más recordado de todos los penales errados sea el de Roberto Baggio en la final ante Brasil del mundial de Estados Unidos 94. La estrella italiana voló el quinto y definitivo penal que le dio el campeonato del mundo a los sudamericanos.
¿Qué hará Al-Khelaïfi este año con su jugador franquicia? ¿Lo mandará a la tribuna como lo hizo con Rabiot cuando se negó a renovar? No se puede dar este lujo. Va a tener que aceptar que por una vez no pudo ganar en su deporte favorito: la negociación. Este año Mbappé va a tener que aguantarse unos meses más en esa cárcel de oro en la que se ha convertido para muchos jugadores el PSG.
Pero recuerda, nadie es perfecto y tú lo verás.