Wrestlemania 37 se celebra el 10 y 11 de abril en Tampa, Florida y es un evento que será histórico para la WWE por dos razones: será la primera ocasión que la compañía recibe fanáticos en un evento en vivo en dos noches consecutivas desde que se declaró la pandemia.
Además, es la primera vez en que Wrestlemania se divide en dos noches aceptando fanáticos, aunque en el 2020 se celebró de esa manera a puerta cerrada en el Performance Center radicado en Orlando.
Como todo Wrestlemania, el evento tiene elementos a su favor y elementos en contra, siempre atados a la manera en que se ha hecho el desarrollo de las historias entre los luchadores. Aquí se analizan cinco puntos a favor de Wrestlemania y cinco en contra.
Cinco positivos en Wrestlemania
El regreso de los fanáticos: Aunque la gran mayoría de los seguidores de este espectáculo conoce que la lucha libre tiene su resultado predeterminado y gran parte de la lucha es coreografiada, la presencia del público es vital para el éxito del mismo. Los propios luchadores aceptan que se alimentan de las reacciones del público para que sus rivalidades sean más creíbles e improvisar en la lucha. Aunque sólo serán 25,000 espectadores en el Estadio Raymond James de la ciudad de Tampa, va a ser algo fresco que devolverá una parte importante de la lucha.
Roman Reigns vs Edge vs Daniel Bryan: Roman Reigns es la propiedad más caliente de la WWE en estos momentos. Daniel Bryan es uno de los luchadores más queridos en la historia de la compañía. Edge regresó el año pasado luego de nueve años de retiro por una lesión, ganó el Royal Rumble en 2021 y encabeza Wrestlemania junto a estos dos luchadores. De todas las historia creadas para Wrestlemania, esta es la mejor que ha sido llevada y tiene tres protagonistas que pueden robarse el espectáculo. Bryan y Edge tienen sus días contados en la lucha libre por su propio designio. Aunque Reigns debe ser el ganador, no sería de extrañar que Edge o Bryan reciban una última corrida con el título.
Bad Bunny y Damien Priest vs John Morrisomn y The Miz: Bad Bunny es una de las figuras del espectáculo más conocidas a nivel mundial y es quizás, al menos en época reciente, quien más puede atraer público que no sea fanático de la lucha libre a Wrestlemania, en cuanto a PPV se refiere y suscripciones al sistema de streaming de Peacock, nuevo hogar de la WWE Network. Damian Priest (verdadero nombre Luis Martínez) es puertorriqueño al igual que Bunny y es un atractivo para el fan hispano. The Miz y John Morrison son dos veteranos que pueden hacer lucir bien al cantante. Sin embargo, a la misma vez, es uno de los puntos en contra de esta Wrestlemania. Más detalles un poco más abajo.
Drew McIntyre vs Bobby Lashley: Al comienzo de esta rivalidad, este encuentro se veía como uno de los mejores en papel. McIntyre, quien se ha convertido en favorito de los fans y ha sido campeón en dos ocasiones, ante Lashley, que había conquistado el título como un monstruo villano ante The Miz la noche después del Royal Rumble. Si está bien planificada, debe llamar la atención de los asistentes a Wrestlemania en donde el técnico (McIntyre) persigue al campeón que no quiere darle la oportunidad y tiene miedo a enfrentarlo.
Sorpresas, sorpresas, sorpresas: Aunque es difícil que ocurra, no sería imposible ver varios regresos de una manera u otra en este Wrestlemania. Uno de ellos podría ser Becky Lynch, ex campeona mundial de la marca Raw, quien tuvo que entregar el título el año pasado tras su embarazo por Seth Rollins. Lynch es una de las favoritas de los fanáticos y su vuelta podría preparar la escena para una nueva rivalidad en la cargada división femenina. Otros posibles regresos incluyen a la multicampeona Charlotte Flair, quien padeció el Covid-19 y ha estado fuera de acción por varias semanas y Ronda Rousey, quien alegadamente firmó nuevo contrato con la WWE.
Cinco puntos en contra de Wrestlemania
El equipo creativo: De todas las Wrestlemanias que tengo memoria, esta es quizás la que ha sufrido la peor preparación y todo cae en el equipo creativo. Con marcadas excepciones (Reigns-Edge-Bryan), el camino a casi todas las luchas ha sido escabroso, con marcadas contradicciones. Lashley ha pasado de un monstruo rudo a un cobarde ante McIntyre. Las luchas de campeonato femeino han sido traídas por los pelos, especialmente Asuka y Sasha Banks, en donde una técnico se convirtió en ruda sin razón. Shane McMahon vs Braun Strohman chocan porque el hijo del dueño de la WWE llama estúpido a un luchador y se burla de su tartamudeo. Horrible.
Grandes ausencias: La ex campeona Bailey no tiene rival para Wrestlemania, aun cuando reinó en la marca Smackdown por más de un año. La multi campeona Charlotte Flair no tiene lucha o presencia en Wrestlemania. King Corbin, quien apenas hace dos semanas enfrentó por un puesto en el evento a McIntyre, no aparece por ningún lado. Keith Lee, quien era de los favoritos en la marca NXT y fue elevado al listo principal, no lucha hace meses. Detalles, detalles.
Bad Bunny y Damian Priest vs The Miz y John Morrison: Aunque la lucha es un positivo para la cartelera de Wrestlemania, el traer a un cantante que nunca ha sido luchador para ocupar el espacio de luchadores profesionales siempre es contraproducente. Habría sido perfecto que estuviese en la esquina de Priest y se involucrara en la lucha, pero no quede duda que no viene a perder y planchar a sus oponentes, uno de ellos dos veces campeón mundial y el otro ex campeón Intercontinental y en pareja y luchadores a tiempo completo.
La ausencia del bombo publicitario: Este punto se enlaza con el punto creativo. Si bien es cierto que Wrestlemania es un evento que involucra a decenas de miles de fans en una misma ciudad y eleva la espera de la celebración del evento, el mercadeo no ha sido el mejor. Cierto que Tampa se merecía celebrar el evento debido a la pandemia, pero utilizar el mismo cartel que el pasado año le resta a Wrestlemania… parece que es una repetición del año pasado.
La desaparición del WWE Network en EEUU: Aunque el cambio al servicio streaming Peacock es un gran negocio para la WWE, el cambio se ha visto forzado, con poca planificación y poco destaque del evento principal que es Wrestlemania. Refuerza el punto de muchos que fue un negocio hecho a la carrera que no ha permitido a WWE darle el bombo necesario al no controlar cómo destacan su programación en un servicio en donde son un canal más.