El portar una barba como ritual de la buena suerte, puede resultar una de las decisiones más ‘inteligentes’ para ganar el torneo más importante o convertirte en uno de los más grandes de la historia del deporte.
Björn Borg impuso el ritual de la “barba de la suerte”. El extenista sueco era el máximo ídolo del tenis varonil de su tiempo y aunque siempre presumía su larga cabellera blonda y un rostro perfectamente afeitado, había una época del año en la que se dejaba crecer el vello facial.
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Björn Borg fue mucho más que su barba
El sueco estableció una de las supersticiones más reconocidas no solo en el tenis, sino en el mundo del deporte. Wimbledon se volvió el escenario perfecto para que el sueco trascendiera en el deporte, incluso es considerado como “el padre del tenis moderno”, pero su leyenda se hizo mucho más grande gracias a su “barba de la suerte” en el césped del Grand Slam británico.
Y es que Borg no podía dejar de lado su ambición por tocar el cielo como los grandes que se coronaron en Wimbledon y para conseguirlo tenía un ritual que no podía fallar: consideraba que el no afeitarse durante los días previos al arranque del torneo le daría buena suerte. Y si a alguien le queda alguna duda de lo efectiva que resultaba su cábala, cinco títulos consecutivos entre 1976 y 1980 hablan por sí solos, siendo el primero en alcanzar esta marca.
#OnThisDay 1980: in one of the greatest @Wimbledon finals ever, Björn Borg defeated John McEnroe to claim his 5th consecutive title at The Championships. Relive this Rolex #Wimbledon Golden Moment on https://t.co/Rm8tS9Dhf2 #Perpetual pic.twitter.com/yObpvpw5jb
— ROLEX (@ROLEX) July 5, 2019
“No me afeitaba durante los torneos”, explicó el apodado ‘Ice Man’ en algún momento. “En los partidos me palpaba la cinta del pelo entre punto y punto, pellizcaba las cuerdas y golpeaba la raqueta contra las zapatillas. Eran pequeños rituales que me ayudaban a dejar la mente en blanco y estar pendiente únicamente del juego”.
Borg y su estilo dominante
A pesar de haberse retirado a la edad con 26 años, el legado de Borg lo convirtió en una leyenda del “deporte blanco”. Claro que se hizo famoso por su barba de Wimbledon, misma que se rasuraba cuando terminaba el torneo, pero lo que convirtió al sueco en un inmortal del tenis, más allá de la superstición, fue su estilo de juego dominante y agresivo.
De acuerdo con su biografía en la ATP, Borg terminó con un récord de 654 victorias y 140 derrotas. Logró 66 títulos en el máximo circuito del tenis (octavo en la era Open), 11 de ellos de Grand Slam y fue campeón de la Copa Davis de 1975, con el equipo de Suecia.
https://youtu.be/vxxKN5v04yU