Para el Miami Heat, no todas las derrotas se pueden medir de la misma manera. Como está ampliamente documentado el COVID-19 ha golpeado duramente a los jugadores de la rotación integral de este grupo sin desconocer también algunas importantes lesiones.
- ¿Funcionará el junte de Harden, Irving y Durant?
- Kyrie Irving no deja de sorprender con su actitud irresponsable
- Manu Ginóbili, leyenda del básquetbol argentino y la NBA
Haz click en el enlace para ver los mejores shows de deportes en UNANIMO Deportes Radio
Las derrotas que sufrió el Heat sin Jimmy Butler llamaron la atención sobre lo poco preparado que está este equipo para vivir sin él.
Sin embargo, el pasado lunes, en el segundo juego de Butler, Miami se encontró adelante por dos dígitos con más de tres minutos restantes en el tiempo reglamentario. Sin embargo, en el alargue, los finalistas del año pasado no pudieron cerrar el partido ante los Hornets con el novato Lamelo Ball haciendo su primera apertura en la casa del Heat.
La ventaja de Miami al final del último cuarto se evaporó cuando Devonte’ Graham, Malik Monk y Gordon Hayward lanzaron y golpearon tiro tras tiro hasta igualar el marcador. Sin embargo, Butler tenía el balón en sus manos en los momentos finales del tiempo reglamentario con la oportunidad de “decidir al juego”.
Los últimos 16.3 segundos del cuarto incluyeron a Butler yendo uno a uno con Hayward en el ala izquierda y realizando un lanzamiento bien disputado más allá de la línea de tres que se quedó corto.
Siguieron momentos extraordinarios, pero no para el Heat. Miami no pudo acertar en ese específico momento mientras Charlotte enterró triples y se paseó por el interior defensivo del Heat. Durante un tramo del alargue Charlotte obligó a Tyler Herro a cambiar defensivamente y marcar a Hayward y Graham. En medio de un colapso defensivo completo, Miami movió mal el balón en el otro extremo, forzándose a perder balones y lanzar mal.
“Es bastante obvio que no pudimos hacer un buen trabajo defensivo en la recta final…”, comentó el entrenador Erik Spoelstra en la conferencia de prensa posterior al partido.
“Tenemos que contener bien a nuestro rival en los enfrentamientos directos. Tenemos que proteger nuestra yarda. Eso es todo”, dijo un visiblemente frustrado Adebayo.
Spoelstra y Adebayo tienen razón. El Heat se cocinó tan mal y ha sido tan irregular durante gran parte de esta temporada que muchos fanáticos y medios están etiquetando al equipo del año pasado como una “casualidad”. Lo decían sin razón antes de que llegara la caballería. Después de la derrota del lunes que vio el regreso de Bradley, Dragic y Herro a la alineación, más de esa conversación continuará porque el Heat tiene el tercer peor récord en la conferencia con siete victorias y 13 derrotas.
La intensidad defensiva ha sido un problema claro esta temporada, pero lo que me dejó perplejo el lunes fue la falta de agresividad en el tiempo extra por parte de los dos jugadores máximos del Heat.
Cuando le pregunté a Adebayo si pensaba que era lo suficientemente agresivo en la prórroga, dijo: “Sentí que Jimmy lo estaba haciendo bien”, pero igual Bam reconoció no ser lo suficientemente agresivo en la búsqueda de su lanzamiento al final del juego.
Quería saber qué podría haber hecho Butler de manera diferente en el último cuarto y en la prórroga, pero no estuvo disponible para los medios después del partido. Perplejidad en la virtual sala de prensa.
No todas las derrotas son iguales. Miami tuvo excusas la semana pasada, pero después de la derrota del lunes quizás tienen un problema de credibilidad en la NBA, pero no conmigo. Reconozco que este grupo todavía posee gran parte del mismo ADN que compartió la temporada pasada y que Adebayo y Butler pueden ser tan buenos como cualquier dúo en la NBA. Pero es hora de que empiecen a jugar así.