Con gran respeto por los nueve jugadores latinos actuales en la NBA y los pioneros del pasado, cuando se hable sobre quién ha sido el mejor basquetbolista hispano en jugar en la liga, pues tiene que mencionarse en la discusión a Manu Ginóbili.
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Ginóbili, nacido en Bahía Blanca, Argentina, merece que su nombre alcance el estatus de inmortal como uno de los mejores jugadores de este deporte. Se ha ganado este honor y su nombre debería consagrarse inmediatamente después que sea elegible para el Salón de la Fama del Baloncesto en el Naismith Memorial, al final de la temporada 2021/2022.
Manu no era solo un talento especial, fue además un excelente compañero de equipo que comenzó su carrera atlética jugando en su país natal durante tres temporadas. Su primera en 1995/1996 con el Andino Sport Club de La Rioja y las dos siguientes temporadas como integrante del equipo de su ciudad natal, los Estudiantes de Bahía Blanca.
Los siguientes cuatro años los pasaría jugando en la liga italiana compitiendo por Viola Reggio Calabria y Kinder Bologna. En ese momento, en 1999, Ginóbili decidió declararse seleccionable para el Draft de la NBA y de alguna manera cayó hasta la selección número 57 perteneciente a los San Antonio Spurs.
Ginóbili no se unió a los Spurs de inmediato, sino que continuó dominando en la Liga italiana y la Euro League convirtiéndose en campeón y MVP de ambas.
En la NBA, ganó su primero de cuatro campeonatos como novato en 2002/2003, compitiendo junto al gran Tim Duncan, David Robinson y Tony Parker bajo las ordenes del entrenador Greg Popovich.
Jugando con los Spurs, su papel era diferente al que estaba acostumbrado a jugar en Europa y en la Selección Argentina que ganó una medalla de oro contra Italia en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Ginóbili pasó de ser titular a sexto hombre, dándole a los Spurs un anotador y creador de juego letal que podía disparar desde las tres áreas.
Por supuesto, esto al principio debe haber sido difícil de aceptar, pero la máxima prioridad de Manu siempre fue ganar. Es muy singular encontrar un jugador de calibre estrella cómodo en un rol de reserva, pero ésta fue una razón importante por la que San Antonio extendió su dinastía hasta 2014.
Los Spurs siempre tuvieron a alguien en la cancha con un alto coeficiente intelectual de baloncesto y le deben mucho de ello a Ginóbili, quien terminó su carrera de 16 años con promedios de 13.3 puntos, 3.5 rebotes y 3.8 asistenciaas por juego.
Si miramos un poco hacia sus orígenes nos encontramos un país llenos de deportistas valiosos en el mundo. El pais de Fangio y de Maradona, el país de Vilas y de la Sabatini y allí Ginobili ascendió a la categoría de Dios deportivo.
Su rendimiento, su disciplina, su calidad, su constancia lo elevan como uno de los dos mejores hispanos en la historia la NBA.