Con el inicio de una nueva edición de los Juegos Olímpicos, los pronósticos para la Selección de los Estados Unidos de basquetbol siempre apuntan a la cima del recordado ‘Dream Team’; sin embargo, con Tokyo 2020 en marcha, la visión de este nuevo representativo, apunta al olvidado ‘Nightmare Team’.
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Los de Gregg Poppovich no ostentan de su lado la aclamación de los aficionados norteamericanos luego de que en su presentación en tierras niponas, cayeran ante Francia por 83-76 en lo que fue su primera derrota olímpica tras 17 años en la justa de Atenas de 2004 donde debutó con dos derrotas a manos de Puerto Rico y Lituania, y se colgandose un amargo bronce al ser eliminados en semifinales frente a Argentina.
Por ello, los cuestionamientos ante la situación que vive esta quinteta con los constantes malos resultados, los remontan a la comparación con aquel equipo que jamás cumplió con las expectativas para rodearse de su peor pesadilla.
Y es que las incertidumbres sobre la capacidad de que este Team USA diera la talla en los Olímpicos no aparecieron de la noche a la mañana, pues el reflejo perfecto de no tener una idea clara, destelló en los partidos de preparación contra Nigeria y Australia al caer en ambos compromisos.
Por si fuera poco, las bajas de última hora por la ola del COVID-19 con Bradley Beal y Jerami Grant, golpearon anímicamente a los de las “barras y las estrellas”, mientras aún aguardaban por la llegada de los campeones de la NBA, Khris Middleton y Jrue Holiday, quien fue el mejor del partido con 18 puntos; junto al finalista Devin Booker.
De manera que, la responsabilidad de cargar con el peso de la historia en el que los Estados Unidos se han coronado en seis de los siete Olímpicos desde que la FIBA permitió jugadores NBA en el róster, ha recaído en la juventud de nombres como Jayson Tatum y Zach Lavine, mientras son liderados por el experimentado y medallista Kevin Durant, pero con la nostalgia de no contar en sus vestidores con figuras como LeBron James, Stephen Curry, Anthony Davies y Kawhi Leonard.
Las similitudes con el representativo de 2004 son cada vez más exactas, y es que aquel equipo tampoco contó con las mejores figuras del momento, por lo que el resto fue historia, presintiendo la preocupación y el miedo de que ese mismo acontecer, termine por sacudir a los de Popovich, quien señaló tras la derrota que la respuesta está en que “el basquetbol es un deporte internacional”.
“El baloncesto es un deporte internacional, hay muchos buenos equipos en el grupo, no debería sorprender. Equipos como el francés, el australiano, el español… La brecha de talento se ha reducido. Francia trabajó bien, fueron consistentes en los dos lados de la cancha, es tan simple como eso”, apuntó.
Este Team USA no puede darse el lujo de revivir lo sucedido hace 17 años, puede ser un primer tropiezo, pero en el fondo, todos los jugadores y aficionados, saben que significa mucho más que eso, pues como diría el mítico Kobe Bryant “el trabajo no está terminado”; la idea debe ser la misma, recompiendo los ajustes necesarios, hasta que la unión del juego en equipo pese más que las individualidades, y ese trabajo concluya con el oro en sus manos.