El Barcelona vive su peor crisis desde hace décadas. No se recuerda una situación así con tantas controversias y enfrentamientos entre una directiva dividida, la plantilla y el cuerpo técnico. A esta situación hay que sumarle la delicada situación económica del club y los durísimos efectos de la pandemia del coronavirus. Y para colmo, los continuas rumores por repatriar a Neymar y fichar a Lautaro Martínez a base de millones no hacen más que desconcertar aún más al equipo.
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El último episodio ocurrió este jueves cuando seis directivos, entre ellos los vicepresidentes Emili Rousaud y Enrique Tombas, presentaron su dimisión al presidente de la entidad Josep Maria Bartomeu.
Es el movimiento de respuesta de este grupo de directivos, después de que Bartomeu solicitará la dimisión por la falta de confianza de Rousaud y de Tombas, pero también de Sílvio Elías y Josep Pont.
Emili Rousaud aseguró que en el caso ‘Barçagate’ cree “sinceramente” que “alguien ha metido la mano en la caja”. Así lo comentó en unas declaraciones a RAC1. El ‘Barçagate’ se refiere a la presunta utilización de una empresa (I3 Ventures) para influir negativamente en el prestigio en las redes sociales de jugadores, exjugadores y parte del entorno del club sin conocimiento de parte de la directiva lo cual ha motivado una investigación de una empresa auditora.
“Sinceramente, creo que en este caso, alguien ha metido la mano en la caja”, dijo Rousaud, que desconoce a qué nivel se ha producido ni si el presidente Josep Maria Bartomeu lo sabía.
Rousaud, que es el director general de Factor Energía, una comercializadora de Luz y de Gas, recordó que el ‘Barçagate’ es un caso “sucio” y asegura que el precio de mercado de este tipo de servicios no puede superar los 100.000 euros.
“Que hayamos pagado un millón de euros quiere decir que alguien ha metido la mano en la caja. Se está pagando un sobreprecio, no sé quién ha sido, ni si el presidente lo sabía, ni de qué nivel forma parte, pero me parece claro”, insistió.
El exvicepresidente, que estaba llamado a ser el candidato continuista en las elecciones que en principio se tienen que celebrar en el verano de 2021, explicó que el contrato con I3 Ventures se troceó en operaciones inferiores a los 200.000 euros para que no tuviera que ser aprobado por la totalidad de la junta directiva.
“Eso está muy feo”, dijo Rousaud que alertó sobre la gravedad de la situación. “Es importante entender lo que pasa, se han producido una serie de irregularidades, pero lo que no haremos será mirar hacia otro lado”, insistió el exdirectivo.
El FC Barcelona calificó de “graves e infundadas” las acusaciones de Emili Rousaud. Mediante un comunicado, el FC Barcelona niega “categóricamente cualquier acción susceptible de ser calificada de corrupción” por lo que “se reserva la interposición de las acciones penales que puedan corresponder”.
“En este sentido, el análisis de los servicios de monitorización de las redes sociales está siendo objeto de una amplia auditoría independiente a cargo de PriceWaterhouseCoopers (PWC), que todavía está en curso y, por tanto, sin ningún tipo de conclusiones, habiendo facilitado el Club toda la información y medios que PWC ha ido solicitando desde el inicio del proceso”, asegura el club azulgrana.
Desencuentro total con la plantilla
Si la junta directiva vive una guerra civil, la relación entre el club y Messi y la plantilla también está rota. La temporada 2019/20 ha sido un año de contraversial y continuos desencuentros con la plantilla. El último choque sobre la rebaja de los salarios de la plantilla ha aumentado aún más la división entre la plantilla y la directiva.
El comunicado que Leo Messi, publicó sobre la decisión de la plantilla de aceptar una rebaja de sueldo del 70% dejó de forma manifiesta el molestar de los jugadores.
“Somos los primeros que SIEMPRE hemos ayudado al club cuando se nos ha pedido”, escribió Messi en las redes sociales tras mostrar su malestar al entender que el club estaba tratando de ponerles “bajo lupa”.
Estas tensiones, sumadas a las surgidas el pasado mes de febrero tras el escándalo de I3Ventures, una empresa vinculada a una supuesta campaña de desprestigio de jugadores, exjugadores y personajes vinculados al entorno barcelonista en redes sociales contratada por el propio club, han sido la gota que ha colmado el vaso en una relación que arrastra problemas desde hace años.
El mayor representante de estas tensiones es el propio Messi, que con el paso de los años ha hecho valer su poder para ganarle el pulso a varios miembros de la directiva que mostraron posturas alejadas a las del vestuario.
Su último “encontronazo” tuvo lugar a inicios de año con su excompañero y actual director deportivo del club, Éric Abidal, al que acusó de estar “ensuciando” a los jugadores y “alimentando cosas que se dicen y no son ciertas” cuando el francés explicó que muchos futbolistas no estaban contentos con el trabajo de Ernesto Valverde antes de su destitución como técnico azulgrana.
Años atrás, los enfrentamientos con el astro argentino costaron el cargo a varios directivos, como el exdirector de Relaciones Institucionales de La Masía Pere Gratacós, que fue despedido en 2017 tras declarar que Messi no sería tan buen jugador sin sus compañeros.
El caso más sonado, sin embargo, fue el del por entonces vicepresidente económico Javier Faus, a quien Messi catalogó como “una persona que no sabe de fútbol” por considerar que no era necesario mejorar el contrato del argentino cada seis meses.
Otro de los grandes nombres del vestuario azulgrana que ha ilustrado la desconexión entre directiva y jugadores en los últimos años ha sido Gerard Piqué.
El central catalán ha ejercido como portavoz de sus compañeros en numerosas ocasiones y nunca se ha escondido a la hora de criticar el trabajo de la directiva, como el pasado mes de septiembre cuando, tras una victoria ante el Getafe, pidió unidad tras la publicación de un artículo sobre el aumento de poder de los jugadores en el club.
“Cuando uno no se quiere enfadar no hay discusión. Conocemos al club, sabemos cuáles son los diarios afines y quien escribe cada artículo, aunque los firme otra persona”, expresó el jugador.
En lo que respecta al resto de la plantilla, más allá de comentarios puntuales en zona mixta de Jordi Alba o Sergio Busquets sobre decisiones y actitudes de la directiva, el episodio más destacado se produjo a inicios de temporada, cuando ningún futbolista del primer equipo acudió al estreno de ‘Matchday’, la producción de ‘Barça Studios’ sobre los entresijos de la temporada 2018-19.
Los jugadores, que aseguraron estar descontentos con las cantidades económicas pactadas, pidieron que las cámaras no pudieran acceder ni a los vestuarios ni a los hoteles de concentración para la segunda temporada del programa, una condición que provocó la renuncia de la productora.
Más allá de la plantilla actual, grandes nombres de la historia del club también han mostrado sus diferencias con la directiva tras su marcha, como es el caso del defensa brasileño Dani Alves, que acusó de “falsos y desagradecidos” a los miembros de la junta directiva por el trato recibido en su última temporada antes de abandonar el equipo.
Muchas cosas tendrán que cambiar para que la dinámica entre jugadores y directivos mejore, ya que, tal y como explicó el candidato a entrenar el Barcelona en un futuro cercano, Xavi Hernández, hay que empezar un proyecto “desde cero” para que no haya “nadie tóxico cerca del vestuario”.