Se vive desde la temporada pasada de Champions, cuando otro notable grupo de jugadores también vestidos de rojo y también dirigidos por un alemán alzaron la Orejona y gritaron a nombre del Liverpool.
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La sucesión también se viste de rojo y también la dirige un alemán, uno con menos exposición mediática y sin tantos antecedentes futboleros como Klopp, pero que reste año demostró con una sencillez y simplicidad impresionantes como se reconstruye desde lo futbolístico y se levanta desde lo anímico a un equipo que venia aporreado y confundido con las tiránicas y conservadoras formas que pretendía Niko Kovac.
Hansi Flick llegó en silencio, sin ruido cuando apenas despuntaba noviembre del 2019 y consciente que esta vez no se podía recurrir al viejo maestro Heynckes para que apagara los incendios. Conocía al grupo y por sobre todo conoce el pensamiento competitivo de los alemanes y su manera de jugar al fútbol. Eso lo había perdido el Bayern de Kovac.
De Noviembre a hoy con todo y pandemia incluida el Bayern salió de la séptima posición en la Bundesliga a levantar una nueva ensaladera, ganó la Pokal y este domingo firmo el triplete del Bayern en Lisboa dejando en el camino al equipo del imperio el petrodólar: el PSG.
??Las mejores fotos de la final de la Champions League
Posted by Unanimo Deportes on Sunday, August 23, 2020
Pero vayamos al fútbol…Bayern nos permitió imaginar muchos planteamientos en la previa y nos gambeteó a todos. Por eso es de aplaudir que ante la propuesta teóricamente veloz y técnica del PSG con Neymar y Mbappé como puntales, Flick siguió jugando con el equipo adelantado, con Neuer como libero y aligerando el ataque por la izquierda con la habilidad de Coman quien arrancó por Perisic.
No se traicionó jamás el director técnico. El sistema tiene sus riesgos, pero él apostó por ellos y convenció al equipo. Alto grado de concentración y sólo algunos sustos más producto de sus salidas (2 veces) que por planteamiento del rival.
A eso apostó Tuchel, a una presión alta, pero en un solo bloque y lo demás repliegue. Jugó al error del rival y la verdad se equivocó dos veces el Bayern, pero ni Mbappé, ni Neymar sacaron provecho. A equipos como el Bayern no se les puede perdonar y eso hizo Mbappé en el cierre de la primera mitad…
Ya en la segunda mitad el Bayern seguía, apoyado en Kimmich y en Thiago consintiendo la pelota y en una secuencia rápida el balón va a la derecha y Kimmich con la mirada registra la cancha buscando un recorrido…sí, el de Coman que le regala la óptica a su marcador Kehrer quien lo marca por delante y el francés con la cabeza cambia de poste para anidar el balón lejos del alcance de Keylor. Uno a cero que basto desde los 59 para ganar la Champions.
Bayern rompió este año todos los registros. Ganó invicto y con campaña perfecta, fue una aplanadora con su fútbol, exhibió confianza, seguridad, preparación física, conocimiento del plan de juego en cada partido, entendió el protagonismo que significa ser favorito y jamás renuncio a su estilo. Gano todos los partidos (11) y desde su interna recuperaron a Müller ignorado por largos pasajes en la administración Kovac. Con Flick, Müller se convirtió en indispensable y fue siempre clave en recorridos y rotaciones de campo para apoyar en creación o para jugar en los últimos metros.
No olvidemos a Neuer en un partido en el que volvió a ratificar que hoy es el numero uno del Mundo. Cuando lo convocaron apareció, aunque nunca el Bayern se sintió por ello menos que el PSG. Otro para destacar, el canadiense Davies quien con solo 19 años ya es una realidad en uno de los equipos más aristocráticos del planeta.
Volvamos al partido que fue muy bien planteado por Flick, osado cuando podía y ordenado como debía. Reemplazó por obligación a Boateng por Süle y en la segunda mitad refrescó con Pericic, Coutinho y Tolisso. Administro el balón y el partido y por eso es campeón.
El PSG dejó una impresión mejor en este partido en la que parece de la mano de Tuchel empieza a entender lo que es codearse con los grandes. Empieza ver que no solo existe la billetera, sino que en Champions se requiere historia y algo mas. En la final dio cara, no bajaron los brazos, pero sus inversiones se quedaron cortas. No fue el partido de Mbappé y mucho menos el de Neymar. Esta vez no los doblegó la “heladera”, les ganó uno que fue mejor.
Se nos fue una Champions irregular y diferente diseñada para los aficionados del mundo y para las nuevas generaciones, algún distraído sostendrá que para “Clientes”, pero la verdad y lo afirmó Ceferin el presidente de las UEFA antes del partido Final: “el experimento ha funcionado, es posible que se repita” …solo espero que cuando este hermoso torneo regrese hayan también vuelto los aficionados. El fútbol sin publico nos deja sabor a entrenamiento.