Fabio Capello, ex entrenador del Real Madrid y el Milán, se sinceró sobre las aventuras de su jugador, Ronaldo, quién durante el tiempo que estuvo bajo su mando, se ganó la reputación de ser alguien que gozaba primero de la vida y después se preocupaba por el fútbol.
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“No entrenaba, le gustaban mucho las fiestas y las mujeres”, reveló Capello sobre el galáctico brasileño durante una presentación en el Festival dello Sport de la ciudad de Trento.
El galardonado líder del cuadro merengue no titubeó al momento de compartir con el auditorio una serie de “divertidas historias” que ocurrieron cuando él era el responsable del primer equipo madrileño.
Bajo este contexto, Capello de 76 años, hizo referencia a una inédita anécdota en la que reveló su charla con Silvio Berlusconi, en ese momento dueño del Milán, quien le había manifestado su interés por fichar a Ronaldo Nazario.
“Recuerdo que Silvio Berlusconi me llamó para preguntarme cómo estaba Ronaldo. Le dije que ni siquiera se entrenaba y que le gustaban mucho las fiestas y las mujeres, por lo que contratarlo para el Milán sería un error”, estipuló.
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“Al día siguiente vi los titulares de los periódicos: ‘Ronaldo, en Milán’. Fue muy divertido”, explicó Capello. Al poco tiempo, Ronaldo llegaría oficialmente a San Siro durante los primeros días del 2007.
Ronaldo no encajaba
Sin embargo, el mandatario italiano exaltó que la decisión de dejar ir a Ronaldo es algo de lo que no se arrepiente: : “La decisión de despedir a Ronaldo y fichar a Cassano ayudó a crear un espíritu ganador en el equipo”.
“Le recuperamos nueve puntos al Barcelona en la recta final de diez partidos y todavía estoy orgulloso de eso”, puntualizó. Cabe estipular que durante aquella campaña y también cuando dirigió al club de 1996 a 1997, el Real Madrid logró el objetivo de salir campeones en la liga.
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Por otra parte, el italiano se mostró satisfecho con su corto pero efectivo paso por el cuadro merengue: “El Bernabéu es un santuario, las responsabilidades eran enormes. El Madrid es el equipo que más se ha quedado en mi corazón porque tuve que construirlo trayendo jugadores que pensaba que podían marcar la diferencia”.
“Tenía cuatro jugadores de 20 años en el primer equipo, traje a Seedorf de la Sampdoria y a Roberto Carlos para la defensa”, señaló el nativo de San Canzian d’Isonzo.
“Ningún jugador en particular me ha faltado al respeto. Por supuesto que podíamos hablar y discutir, pero yo no habría aceptado otros comportamientos. No soy sargento de hierro, lamento que me hayan puesto esta etiqueta”, finiquitó el DT durante dicho