Durante una entrevista concedida para el canal de YouTube, Hay Tiro, Ignacio Beristáin, uno de los entrenadores de boxeo más respetados en México por haber forjado campeones mundiales, aseguró que Julio César Chávez Carrasco y a su hermano Omar fueron víctimas de la drogadicción y por ello no lograron consolidarse al nivel logrado por su padre Julio César Chávez González.
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“Los conocí desde niños, los dos boxeaban bien, pero les ganó la droga, la indisciplina también”, señaló el célebre miembro del Salón de la Fama de Boxeo.
Hace cinco, Don Nacho Beristáin se encargó de entrenar a Julio César Chávez Carrasco de cara a su combate frente a Saúl “Canelo” Álvarez. Sin embargo, con toda su experiencia no logró que el pugilista sinaloense enderezara su carrera y por lo tanto terminó por ser derrotado.
Al paso de los años, el veterano entrenador asegura que el “Hijo de la Leyenda” nunca dio lo que se esperaba de él, por lo cual fue mejor hacerse a un lado de su esquina.
“No supe nada de él, y la verdad es que es doloroso, pero es mejor no acordarse de algo y alguien que nunca le entregó al boxeo lo que debía de haberle dado. Es una herencia que no supo respetar, que le dejó su padre el más grande peleador que le ha dado México al mundo”, expresó.