La posibilidad de ver una revancha entre Dimitry Bivol y Saúl Canelo Álvarez es cada vez más lejana, pues el ruso y su coach reiteran que en la esquina del mexicano prevalece el miedo después de la paliza recibida en mayo del año pasado.
- LEER MÁS SOBRE: Saúl Álvarez enfrentaría a un rival de verdad el próximo año
- LEER MÁS SOBRE: Óscar De la Hoya pidió urgentemente rescatar al boxeo
- LEER MÁS SOBRE: ‘Canelo’ Álvarez sigue siendo el rey de los supermedianos
Frente a las cámaras de televisión el actual campeón mundial en la categoría de las 168 libras reitera una y otra vez su intención de cerrar una pelea de revancha frente al monarca universal de la división semicompleto.
Sin embargo, el manejador del tapatío tiene miedo de que lo vuelvan a lastimar y presuntamente basado en ello se dedica a mentirle al describir a Dimitry Bivol como un rival evasivo para firmar un nuevo combate.
Durante una entrevista concedida a Fight Hub, Vadim Kornilov, coach de Bivol, reiteró que el Team Canelo nunca negoció una segunda pelea y lo más cerca fue una fugaz conversación, pero sin ninguna oferta sobre la mesa.
“Hubo alguna plática, pero fue más una conversación de dos o tres minutos. Nada serio. Nunca se habló de una fecha específica, ni de números. Creo que Bivol es el último peleador al que quiere enfrentar... Prefirió cambiarse de televisora para evitar la revancha”, señaló.
Ver esta publicación en Instagram
Por su parte, Dimitry Bivol respondió ante los comentarios del Canelo donde aseguraba que el ruso le exigía mucho dinero para llevarla a cabo una segunda pelea.
“Quizás su equipo no le dio toda la información, porque se notaba muy confiado cuando lo dijo, pero quizás fue porque su equipo no le dijo toda la verdad, de que nunca hablaron con nosotros“, enfatizó.
Lo cierto es que se ve complicada una revancha, sobre todo porque Saúl Álvarez cada vez luce menos sobre el ring, se queda sin aire más rápido e incluso recibe más golpes.
Por ello, enfrentar a Bivol le significaría ir directo al paredón en espera de ser fusilado quizá esta vez sin el respeto que le mostró el ruso para no mandarlo a la lona.