Leonard Kevin Bias (1963-1985), fue un fenomenal basquetbolista estadounidense oriundo de Maryland. Durante su carrera universitaria, Bias fue considerado como el próximo “Michael Jordan”, pero tras una intoxicación que sufrió con cocaína, su vida fue cortada de manera trágica.
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Bias nació y se crio en el área del condado de Prince George en Maryland, en las afueras del área de Washington, D.C. Fue uno de los cuatro hijos de James Bias Jr y la Dra. Lonise Bias. Tenía una hermana, Michelle, y dos hermanos, Eric y James III.
Desde su arribo a la universidad de Maryland, el talento de Bias era sobresaliente. En la preparatoria de Northwestern High School era el mejor atleta de su equipo. Gracias a su gran altura (2.03 m) y control con el balón llegó a ser considerado por varias revistas como “el alero más completo que jamás haya salido de la universidad”.
Bias: Dominante en la universidad
En su primer año en Maryland, “Lenny” como fue apodado por amigos y familiares, le costó trabajo adaptarse al nivel de juego que le exigía el entrenador Lefty Driesell a su plantilla.
Según los reportes, los miembros del staff consideraban que era alguien que “carecía de disciplina en la duela”. Sin embargo, gracias al esfuerzo, Bias se convirtió en el jugador estrella de la Universidad y designado como All-American. Ese año (1982), lideró la Atlantic Coast Conference en anotación.
Por otra parte, también fue votado como Jugador del Año de la ACC. Para 1986, el multifacético basquetbolista sobresalió por su actuación en la victoria en tiempo extra contra el mejor clasificado de Carolina del Norte, partido en el que anotó 35 puntos, incluidos 7 de los últimos 3 minutos y la 4 en la prórroga.
Portando el número 34 en la Universidad, Bias dominó en la cancha por su potencia física y su habilidad para crear sus propias jugadas. Durante su carrera universitaria Bias fue considerado uno de los jugadores más dinámicos.
Comparaciones con el GOAT
En su momento, se le llegó a considerar por varios jugadores como alguien físicamente superior al mejor de todos los tiempos “Michael Jordan”. “Estaba un poco por delante de Michael Jordan“, aseguraba Walt Williams en una entrevista reciente, recordando la figura del número 2 del draft de 1986.
“Habríamos hablado de él como el mejor de todos los tiempos. Jordan estaría en un nivel diferente. Creo que se habrían llevado al límite uno al otro, pero Bias estaba un poquito por encima de Michael”, señaló.
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“El tiro en suspensión de Bias era la cosa más bonita que se podía ver y podía defender en varias posiciones. Era una especie de híbrido del juego de ahora”, aclaró el ex militante del Miami Heat.
La cocaína acabó con la vida de Bias
Toda la carrera del ex Jugador Más Valioso quedó destrozada debido por un mal roce con las drogas. Él era llamado a ser uno de los más grandes de la historia y que terminó derrotado por sus miedos y la presión que llevaba encima antes siquiera de ser profesional.
“Frosty” (fue bautizado así por el pastor de su comunidad gracias a su actitud relajada), tenía el potencial absoluto de convertirse en una una superestrella de la NBA cuando entró en el draft de 1986 y fue elegido como número 2 por los Boston Celtics.
En su manos estaba el futuro del baloncesto profesional. El jugador llamado a tomar el relevo de Larry Bird en lo que a liderazgo se refiere y sobre el que el equipo de Massachusetts quería construir una nueva dinastía ganadora. Nunca pudo demostrarlo.
El 19 de junio de 1986, apenas dos días después del draft fue el último partido de su vida. Len necesitaba relajarse antes de empezar su camino por la NBA.
Alrededor de las tres de la mañana, en el Washington Hall, la residencia universitaria en la que se hospedaba, Len Bias consumió algunas rayas de cocaína.
Unos cuantos minutos después, su corazón iba tan deprisa que colapsó. Sus compañeros en el cuarto no supieron de que manera reaccionar. Aquella insignificante equivocación resultó ser fatal.
Cuando los servicios médicos entraron en su cuarto Bias estaba inconsciente y no respiraba. Pasadas las 8.55, los médicos certificaron su fallecimiento.
El Dr. John E. Smialek atribuyó la muerte de Bias directamente a la cocaína, “que interrumpió el control eléctrico normal de los latidos de su corazón, lo que provocó la aparición repentina de convulsiones y un paro cardíaco”.
Al momento de su muerte, él tenía 22 años. Era considerado un “individuo muy saludable” que no mostraba evidencia de enfermedad cardíaca, según lo planteado por sus allegados.
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La autopsia realizada en el cuerpo de Bias no mostró evidencia de que Bias fuera un consumidor de cocaína a largo plazo y que era “posible” que la ingestión fatal fuera el primer encuentro del All-American con la droga.
La autopsia reveló que la droga consumida por Bias no estaba adulterada, lo que indica que había obtenido cocaína de “calidad de traficante”, dijo Howard Silverman, ex director interino de la Administración de Abuso de Drogas del estado (DEA).
Tristemente, la historia de este gran jugador colegial fue cortada por consumir cocaína y pensar que no habría ningún tipo de consecuencias por hacerlo una única ocasión. Bias es el ejemplo de que con las drogas y el alcohol todo puede salir mal en el momento menos esperado.