A lo largo de casi 150 años de historia en las Grandes Ligas, grandes nombres han desfilado, entre ellos el de Babe Ruth, un pelotero todo terreno jamás visto, hasta que se dio a conocer el japonés Shohei Ohtani, quien es la sensación del ‘rey de los deportes’.
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El fenómeno de 29 años ha maravillado al mundo del beisbol debido a su ambivalencia en los diamantes. Cuando sube a la lomita como pitcher provoca estupor con la ‘bazooka’ que tiene por brazo derecho y, cuando se planta en la caja de bateo, deja a todos atónitos con sus potentes cuadrangulares.
No por nada, Ohtani se hizo del contrato más lucrativo en la historia del deporte al firmar un acuerdo por 10 años de $700 millones de dólares a Los Ángeles Dodgers, cargando en sus hombros la etiqueta de ser la estrella de la novena y considerado por muchos, como el mejor pelotero de la actualidad.
El nipón es el único de la historia en recibir dos premios MVP de la Liga Americana (2021 y 2023) de manera unánime; además, fue el primer jugador en la historia de MLB con más de 10 jonrones y más de 20 bases robadas como bateador, y más de 100 ponches y más de 10 apariciones como lanzador en la misma temporada.
Ohtani es el primer jugador en la historia en ser All Star como lanzador y bateador, titular en ambas posiciones, en el Juego de Estrellas, y sin olvidar su nombramiento al Novato del Año 2018 en la Liga Americana.
Primer reto: brillar en Japón
Pero para llegar al punto de establecerse como el pelotero más mediático de la actualidad, ‘Sho-Time’ tuvo que demostrar desde muy pequeño sus habilidades. Su padre era beisbolista amateur, pero fue él quien le inculcó el amor por la pelota con 108 costuras. Fue así que Ohtani, con apenas 18 años de edad, conseguía lanzamientos de 99 millas por hora.
Shohei sabía que sus capacidades lo podían llevar a las Grandes Ligas mucho antes de lo pensado, pero una propuesta de los Fighters de la Liga Japonesa lo hizo permanecer en la isla y debutó como profesional en 2013, cuando fue nombrado Novato del Año.
Tres temporadas más tarde, las estadísticas del nipón se proyectaron y mostró ser una “doble amenaza”, un fenómeno como pocos se han visto. Logró un promedio de bateo de .333 y pegó 22 cuadrangulares, mientras que como pitcher tuvo una efectividad de 1.86 en 21 partidos, además terminó con marca de 10-4 y ponchó a 174 rivales en 140 innings. Sin duda fue el MVP de la Liga del Pacífico.
La hora de la verdad en la MLB
Gracias a su exitoso paso de cinco temporadas en Japón, en los que consiguió un promedio de .286 y 48 vuelacercas, además de marca de 42-15 y 2.52 de ERA, los equipos de las Grandes Ligas deseaban reclutarlo, pero Shohei Ohtani finalmente optó por formar parte de Los Ángeles Angels en 2017.
En su primer año, Ohtani se consagró como Novato del Año a pesar de no haber concluido la campaña debido a una lesión en el ligamento colateral medial del codo, por lo que fue sometido a una operación Tommy John, en la que se sustituye el ligamento destrozado por otro prescindible para el cuerpo. Aún así, promedió .285 en la caja de bateo, impulsó 61 carreras y conectó 22 bambinazos; como serpentinero terminó con récord de 4-2, 3.31 de ERA y recetó 63 ‘chocolates’.
Ohtani, al nivel de Babe Ruth
Shohei de inmediato fue comparado con el legendario Babe Ruth, quien poseía un récord con vigencia de casi 100 años, ya que en 1919 conectó 29 jonrones y lanzó 133.1 entradas, con Boston Reds Sox. Desde entonces nadie había pegado más de 20 jonrones y lanzado al menos 50 innings en una campaña, hasta que lo hizo Ohtani en su año de novato, quien en 2018 registró 22 cuadrangulares y lanzó 51.2 entradas.
Aquello tan solo fue un “tráiler” de la película de Shohei, quien en 2021 se convirtió en la sensación de la MLB. Su promedio de bateo fue de .257, pegó 46 vuelacercas, impulsó 100 carreras, él mismo registró 103 y se robó 26 bases, algo nunca antes visto en la era moderna del beisbol profesional de las Grandes Ligas. Sin duda su desempeño le abrió las puertas al Juego de Estrellas y fue nombrado MVP de la Liga Americana.
En la loma, Ohtani presentó un récord de 9-2 en 23 aperturas, recetó 156 ponches con una efectividad de 3.18 en 130.1 entradas trabajadas.
El 2023 significó el mejor año de Ohtani, en el que guió a Japón a la conquista del Clásico Mundial de Béisbol neutralizando la condición de local de Estados Unidos bajo la capitanía de su ex-compañero, Mike Trout, a quien le propinó el ponche del título en un cierre perfecto para incrementar el legado del país como el máximo ganador del torneo con tres coronas. Por supuesto, el MVP del torneo se quedó con su nombre grabado.
No obstante, aún tenía destinado lo mejor de sí, pues a pesar de cerrar la temporada 2023 en la lista de lesionados, lideró la Liga Americana en cuadrangulares con 44, mientras remolcó 95 carreras y anotó 102 vueltas, con un promedio de .304 y 20 bases robadas.
En su rol de lanzador, Ohtani también logró una efectiva labor para los Angels con marca de 10-5, porcentaje de carreras limpias permitidas de 3.14 en 23 aperturas, en las que trabajó 132 entradas y retiró a 167 bateadores por la vía del ponche.
Indiscutiblemente, su gran desempeño lo llevó a ser premiado por segunda ocasión en los últimos tres años como el MVP de la Americana, por encima de Corey Seager y Marcus Semien, ambos campeones de la Serie Mundial con los Texas Rangers.
Esto significó una prueba para sí mismo, siendo que encaraba su paso a la agencia libre, lo cual le abrió las puertas a los Dodgers para “tirar la casa por la ventana” y unirlo a uno de los line-ups más envidiables junto a Freddie Freeman y Mookie Bets con un objetivo claro: marcar una época con la Serie Mundial en sus vitrinas.
‘Sho-Time’ el fenómeno equiparable a Babe Ruth. Ohtani, un pelotero japonés cuya historia en la MLB comienza a escribirse con letras de oro.