Majadahonda (Madrid), 18 oct (EFE).- El martes 3 de mayo de 2016, en el Allianz Arena, ante 70.000 espectadores, con una plaza en la final de la Liga de Campeones en juego, Jan Oblak ofreció una de las exhibiciones más incontestables en la portería del Atlético de Madrid, ante el Bayern y el infinito goleador Robert Lewandowski, con los que se reencuentra el miércoles con un desempate pendiente.
Como ocurrió con la multitud de paradas que hizo el pasado 13 de marzo en Anfield para el ‘milagro’ que promovió en los octavos de final de la pasada edición del torneo ante el Liverpool (2-3), en concreto once intervenciones, aquel día su actuación fue asombrosa.
Hasta en diez ocasiones exigió su respuesta el Bayern, soportó la ofensiva constante e imparable para todos menos para él que ejerció el conjunto alemán por la derrota por 1-0 en la ida del 27 de abril en el Vicente Calderón, con hasta 34 intentos, 12 de ellos entre los tres palos, e incluso repelió un penalti a Thomas Müller cuando el panorama era más que sombrío para su equipo, ya con 1-0 en contra.
Porque el Atlético, realmente, jugó la final de la Liga de Campeones de 2015-16, perdida luego en los penaltis frente al Real Madrid en San Siro, por los tremendos reflejos y la extrema fiabilidad del portero esloveno, que llegó a casi todo menos a dos ocasiones: el 1-0 de Xabi Alonso y el 2-1 de Robert Lewandowski.
Es uno de los dos tantos que el poderoso goleador polaco le ha marcado a Oblak en sus cuatro enfrentamientos. El otro corresponde a la derrota, también en Múnich, del 6 de diciembre de 2016 en la fase de grupos (1-0). En los otros dos, el portero rojiblanco sostuvo su portería a cero, con el mérito que eso conlleva contra un rival de tal magnitud, que genera tanto en ataque, y con un goleador de tal eficacia como él.
Dos partidos los ganó el Bayern y los otros dos los venció el Atlético, aunque la derrota en Múnich en 2016 fue en realidad una victoria, porque impulsó al Atlético a la final de la Liga de Campeones, el torneo de los torneos, el título que persigue obsesivamente desde hace años y que aún no ha podido conquistar.
DE LOS 142 PARTIDOS IMBATIDO DE OBLAK A LOS 266 GOLES DE LEWANDOWSKI EN CINCO AÑOS
Estadísticamente, según los datos oficiales de la UEFA, en los choques entre el delantero y el portero, Lewandowski tiró trece veces al marco de Oblak, de los que seis fueron a portería, de los que cuatro los paró el guardameta y de los que otros siete no tomaron la dirección correcta entre los tres palos del Atlético.
En sus cuatro enfrentamientos, mientras, el Bayern propuso 80 tiros sobre el marco del bloque entrenado por Diego Simeone, de los que 27 fueron entre los tres palos. 24 de ellos los paró Oblak, que sólo no alcanzó a repeler tres de esos remates, todos ellos en el mismo escenario de este miércoles, en otro desafío enorme para él.
Ahí llega reforzado, por el único gol en contra que ha recibido en los ocho encuentros, entre su club y su selección, que ha disputado en esta temporada, o por los 142 encuentros imbatido que acumula en el Atlético, con el que ha jugado ya 261 choques oficiales y ha recibido 177 tantos. En la Liga de Campeones son 54 partidos, de los que terminó a cero la mitad: 27.
Y ahí siente la amenaza de Lewandowski, cuyos registros son temibles para cualquiera: siete goles en seis partidos de esta campaña; quince en la pasada edición de la Liga de Campeones y, sobre todo, 266 goles en 290 partidos en los últimos cinco años, entre su club y su selección, mientras le aguarda Jan Oblak.
Iñaki Dufour
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