Los Athletics dejan atrás un legado de 57 años en la ciudad de Oakland por un nuevo comienzo y una nueva identidad.
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A pesar de los esfuerzos, la franquicia de las Grandes Ligas escribirá su siguiente paso en Las Vegas a partir de 2028; causando gran tristeza en su base de aficionados que colgará las fotos de esos momentos imborrables que solo se construyeron en el Oakland Coliseum, un recinto al que siempre nombrarán como su “hogar”.
Con una población de más de 360,000 habitantes durante los años 60’s, Oakland le abrió las puertas a los Athletics en 1968 que venía de dos mudanzas previas: Filadelfia en 1901 y Kansas City en 1955.
Desde entonces, el logo del equipo con su famoso “A’s” se convirtió en un emblema para los miles de californianos de la Bahía Este que vieron la conquista de cuatro títulos de la Serie Mundial, seis banderines de la Liga Americana y 17 campeonatos de división.
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Parte de este éxito trajo consigo el nacimiento de una dinastía como la de los Swingin’ A’s, que dominó la Liga Americana de 1971 a 1975 y ganó tres Series Mundiales consecutivas en 1972, 1973 y 1974; siendo el primer equipo en toda la historia de la MLB en alzar tres Clásicos de Octubre en dos décadas, hasta la hazaña de los New York Yankees en el 2000.
Los Athletics se “hicieron” en Oakland
Cómo olvidar la era de los ‘Bash Brothers’, el dúo formado por José Canseco y Mark McGwire, quienes guiaron a los Athletics a la Serie Mundial de 1989 y transformaron la antigua forma de celebrar los cuadrangulares golpeando sus enormes antebrazos con los puños cerrados para formar una ‘X’.
Por supuesto, ni qué decir de la temporada 2002, la cual marcó un antes y un después en la historia de la franquicia con la metodología del gerente general Billy Beane, que a pesar de la falta de estrellas, sorprendió al mundo del béisbol con una base de datos para adquirir jugadores de bajo costo, evitando las grandes inversiones tradicionales.
Esto lo llevó a hacerse de la famosa marca de las 20 victorias consecutivas, ganando la División con un récord de 103-59 y el respeto de todos; tanto así, que dicha historia sirvió de inspiración para el libro de Michael Lewis de 2003 ‘Moneyball’, el cual también fue adaptado a la pantalla grande en 2011.
Además, el Coliseum fue el escenario que vio nacer a grandes estrellas como Rickey Henderson, quien estableció el récord de bases robadas en su carrera con 130 en 1982; los juegos perfectos de Catfish Hunter en 1968 y Dallas Braden en 2010; sus siete ganadores del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana: Vida Blue en 1971, Reggie Jackson en 1973, José Canseco en 1988, Rickey Henderson en 1990, Dennis Eckersley en 1992, Jason Giambi en 2000 y Miguel Tejada en 2002; al igual que cinco lanzadores que ganaron el premio Cy Young: Vida Blue en 1971, Jim Hunter 1974, Bob Welch en 1990, Dennis Eckersley en 1992 y Barry Zito en 2002.
Si, es cierto, los Athletics se despiden de Oakland, pero Oakland jamás le dirá adiós a sus Athletics.