Hace unas semanas, durante un examen físico, Foster Moreau recibió el diagnóstico médico de que padece linfoma de Hodgki, un tipo de cáncer que, si no se atiende rápido, pone en riesgo su vida, pero lejos de desmoronarse, el ala cerrada intentará hacerle frente a su enfermedad incluso jugando la próxima temporada como refuerzo de los New Orleans Saints.
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La directiva de los Saints confía que Foster Moreau logrará recuperarse y estará listo para saltar al emparrillado cuando arranque la temporada en septiembre.
Y es que el ala cerrada de 26 años jugó cuatro temporadas para Las Vegas Raiders durante las cuales completó 91 recepciones para 1.107 yardas y 12 anotaciones. Además, la temporada pasada consiguió su mejor rendimiento, con 33 recepciones y 240 yardas.
Sin embargo, cuando el jugador se enteró que debía someterse lo más pronto posible a un tratamiento, pues su vida estaba en riesgo, entonces optó por anunciar su retiro.
“A través de un proceso, algo así como milagroso, este período de la agencia libre me ha cambiado la vida. Durante un examen físico de rutina me enteré de que tengo linfoma de Hodgkin y me alejaré del fútbol americano”, señaló un escueto mensaje de Moreau.
Y es que el linfoma de Hodgkin provoca que los glóbulos blancos crezcan incontroladamente provocando una dolorosa inflamación de los ganglios linfáticos, del bazo, hígado y médula ósea, lo cual en caso de no atenderse lleva a la muerte.
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Por fortuna, el jugador nacido en New Orleans, Louisiana, dio a conocer que, a pesar de que su cáncer alcanzó la etapa dos, un equipo de médicos coincide en que, con el tratamiento adecuado, pueden erradicar el mal de su organismo, lo cual le permite continuar jugando en la NFL.
De esta manera, Foster Moreau tratará de cumplir el contrato de tres años que lo liga a los New Orleans Saints a cambio de $12,000,000 de dólares.
Cabe señalar que el ala cerrada fue seleccionado por los Raiders en la cuarta ronda del Draft del 2019 y ahora al cambiar de equipo reforzará a una ofensiva liderada por su excompañero en Las Vegas Raiders, el quarterback Derek Carr.
