Detenida la actividad en las pistas, con aplazamientos, cancelaciones e incertidumbre, y tras aprobar el Consejo Mundial del Deporte Motor medidas extraordinarias en tiempos de Coronavirus (Covid-19), el panorama de la Fórmula 1 en 2020 plantea más preguntas que respuestas en un mundo complejo que involucra lo deportivo, pero también -y sobre todo- lo financiero.
- McLaren recortes salarios y despide empleados frente al coronavirus
- Querían “crear campamento coronavirus” para infectar a pilotos de Red Bull
- ¡Subaru a la vista! El nuevo Legacy 2020
ESCUCHA los mejores shows de deportes en UNANIMO Deportes Radio. DALE CLICK ▶️AQUÍ
La semana pasada, la agencia Moody’s cambiaba la perspectiva financiera de la Formula 1 de positiva a negativa debido a la severa disrupción del calendario 2020; expectativas de ganancias debilitadas y erosión de liquidez en 2020 como resultado de la interrupción en el campeonato, entre otros factores, llegando incluso a contemplar el escenario de la cancelación de la temporada 2020 y el término de acuerdos comerciales y regulatorios -como el Pacto de la Concordia, que finaliza en diciembre de este año- y que pudieran afectar la hoja de balances de la categoría.
Pérdidas y ganancias
Aunque no todos los números de la Fórmula 1 son públicos, gracias a su presencia en el mercado de capitales bajo las siglas FWONK, hoy día hay mucha más información disponible que en la era de Bernie Ecclestone. El ingreso de la categoría ronda los 1,800 millones de dólares anuales, proveniente principalmente de dos fuentes: pago de derechos por hospedar un Gran Premio ($602 millones, según Forbes) y derechos comerciales y de televisación (unos $762 millones en 2019, según Forbes).
Al no haber carreras, o reprogramarse el calendario con menor número de Grandes Premios, los ingresos se verían afectados, e igualmente, una porción del dinero que reciben los equipos por parte de los dueños de la F1, ya que cada punto en el Campeonato de Constructores tiene un valor (aunque no es la única fuente de ingresos).
Por supuesto, tampoco hay que olvidar que ser miembro de este exclusivo Circo de la Velocidad, también tiene un costo. Cada equipo participante paga una cuota (entry fee) a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Según la publicación británica, Autosport, se trata de un número base más un extra por cada punto ganado la temporada previa, con base -nuevamente- en el Campeonato de Constructores.
Así, tenemos que Mercedes, que sumó 739 puntos en 2019, para estar en el campeonato 2020 debe pagar una base de $556,509 (es igual para todos los equipos), más $6,667 por punto. Los equipos que no han ganado el Campeonato de Constructores, pagan por punto $5,553.
Dicho esto, la Fórmula 1 como organización y los equipos grandes, pudieran tener la solvencia financiera para aguantar la posible pérdida de ingresos, ya sea que se corra una temporada parcial, o que se cancele el calendario 2020. Para los pequeños, la historia pudiera ser muy distinta.
Opciones y más preguntas
Mientras el cambiante panorama actual continua, los equipos y organizadores trabajan en diversos escenarios. Para que el campeonato sea válido, se deben realizar al menos ocho carreras. Dicho esto, la FIA tiene hoy poderes especiales y pudieran cambiar normativas debido a condiciones extraordinarias.
Silverstone, donde se corre el Gran Premio de Gran Bretaña, se ha ofrecido a organizar más de una carrera si fuese necesario. Y tiene sentido. Siete de los 10 equipos de F1 tienen sede en Gran Bretaña y no necesitarían modificación en las restricciones de viaje y/o aduanales para competir. La pregunta es, ¿qué pasaría con los otros equipos si no pueden viajar para participar?
Si la temporada arrancara hacia mediados de año -digamos, julio- pudiera extenderse hasta fines de 2020 e incluso se ha contemplado la opción de extenderla hasta 2021. Una vez más, la pregunta es cuándo y a dónde se podrá viajar -algo que dependerá de cómo se desarrolle la pandemia en cada país y cómo cada gobierno regule restricciones de viajes, entradas y salidas por sus fronteras y aeropuertos- y por supuesto, clima, porque no todos los circuitos podrían hospedar carreras -ni queriéndolo- en el invierno boreal, por ejemplo.
En este punto, las preguntas son muchas y las respuestas, pocas. La única certeza quizás, es que cuando desde el futuro miremos hacia atrás y revisemos las notas de 2020, recordaremos este tiempo como uno increíblemente incierto que seguramente dará paso a muchos cambios, algo de lo que, el automovilismo no escapará.
