Real Madrid fiel a su historia, tuvo que apelar al espíritu combativo para sumar sus primeros tres puntos en su debut de Champions League esta temporada, con más alma que fútbol, en la última acción del tiempo añadido un cañonazo de Fede Valverde quedó muerto para que la bendición de Jude Bellingham se extendiese en su estreno europeo en el Santiago Bernabéu.
Un Real Madrid sin alma en la primera parte y desbocado en la segunda hasta encontrar el premio en el último suspiro en su trigésimo remate. Cuando la impotencia se reflejaba en Joselu, se puso el disfraz de salvador Bellingham en un día en el que su influencia en el juego se había rebajado.
El balance del primer acto fue un aviso. Un disparo a puerta, un testarazo tempranero de Joselu, y ocho disparos a la nada de un Real Madrid falto de profundidad por las bandas ante una defensa de cinco y un equipo rocoso como el Union Berlín, el menos goleado de la pasada Bundesliga, que se parapetó como fórmula para puntuar.
Sin engrasar bien la pareja Tchouaméni-Camavinga, con Luka Modric partiendo de interior derecho pero con tendencia natural a ir hacia dentro y chocar con Bellingham. No encontró el inglés su sitio en su estreno europeo en el Santiago Bernabéu. Ni el Real Madrid el juego adecuado para imponerse.
Jude Bellingham salva al Real Madrid
Sin el agitador Vinícius, al que añoró más que nunca el Real Madrid, ya solo quedaba la opción Rodrygo. Lo intentó con movilidad pero sin acierto y tras los dos testarazos iniciales de Joselu, la impotencia se fue apoderando del equipo blanco.
Una falta a la nada de Alaba, un disparo lejano a la grada de Tchouaméni y la ansiedad representada en Nacho. Con tantas ganas de demostrar que se precipitó con un chut tan lejano como incomprensible y una conducción en carrera excesiva que le tapó espacios para acabar lanzando un pase que se perdió sin receptor.
El primer día de rotaciones de ‘Carletto’ no había funcionado ante un Union Berlín, debutante e inexperto en la ‘Champions’ que optó por protegerse con la experiencia de Bonucci y perder opciones de contragolpe con la suplencia de Fofana.
Apareció Ronnow para sentir que el segundo acto sería una historia diferente, tapando el disparo de Rodrygo y aliándose con el travesaño que repelió el segundo intento del brasileño. Camavinga, desde la frontal, lo acariciaba también en un trío de ocasiones en menos de un minuto que generaba más peligro que todo el primer tiempo.
Aumentó el ritmo de la posesión el Real Madrid y el conjunto alemán comenzó a sufrir. De golpe, todo ganaba naturalidad, Rodrygo aparecía con continuidad, Camavinga se descolgaba en ataque dinamitando el equilibrio rival y Modric repartía juego.
La entrada de Kroos y la de Fede Valverde, la final de Brahim y Fran García, aumentaban el impulso de su equipo. Joselu volvía a estar cerca del gol con un remate que acarició el palo, Rodrygo perdonaba ante el lamento del Bernabéu que explotaba en la última acción del partido. La rompió Valverde desde la frontal, el balón rebotó en rivales para caer en bandeja de oro a Bellingham, que prolongó su sueño de madridista.