Las cosas podrían continuar de mal en peor para el FC Barcelona. El equipo Xavi Hernández viene de una semana gris tras de empatar con el Inter de Milán en Champions y ceder el liderato de LaLiga y su invicto luego de perder contra el Real Madrid en el Clásico.
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Ahora el Barcelona tendrá que afrontar la segunda mitad de octubre con una crisis en su juego y frente a rivales complicados.
El 20 de octubre, el equipo culé recibe al Villarreal de Unai Emery que ocupa la séptima posición de LaLiga. El Villarreal se ha consolido como uno de los equipos regulares de Europa y ha demostrado que puede competir con los más grandes del continente como lo hizo la temporada pasada en la Champions tras eliminar al Bayern Munich y la Juventus. En la temporada 2021, el Submarino Amarillo venció al United en la final de la Europa League.
Tan solo tres días después el conjunto azulgrana tendrá que medirse con el Athletic Club de Bilbao, específicamente el domingo 23 de octubre, repitiendo como local.
Luego, para mantener viva la esperanza de clasificar a octavos de final de la Champions, el Barcelona tendrá que vencer al poderoso Bayern de Múnich el 26 de octubre, otra vez en casa.
El sábado 29 de octubre, el FC Barcelona tendrá la oportunidad de decirle “adiós” a octubre que, hasta ahora ha sido para el olvido. Pero tendrá que hacerlo en el Estadio de Mestalla contra un Valencia inspirado por su entrenador Gennaro Gattuso y el experimentado delantero Edison Cavani.
¿El Barcelona puede resurgir?
Si se afianza a las matemáticas y revierte su situación futbolística, el Barcelona aún puede tomar el impulso para dar vuelta a los tropiezos en LaLiga y Champions.
En la Copa de Europa quizá resulte un poco más difícil, ya que depende un milagro: Debe esperar que el Inter pierda contra los dos partidos que le quedan ante el Viktoria Plzeň y Bayern de Múnich, y además también tendrá que vencer a estos dos últimos equipos.
En LaLiga, la historia es más alentadora para el Barça. Apenas van 9 de las 38 jornadas que comprenden el campeonato y aún depende de sí mismo para ser campeón. En caso de que Madrid y Barcelona ganen todo lo que les queda, todo lo definiría el Clásico de la segunda ronda, donde el Barcelona tendría que ganar por más de tres goles.