La tradición de los grandes en el mundo del fútbol es algo imborrable. Los equipos de más arraigo por afición e historia siempre tendrán convocatoria y buscarán ganarlo todo para que sus vitrinas se vean acorde a su grandeza.
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No cabe la más mínima duda que en España, juegue quien juegue, el gran atractivo siempre serán Real Madrid y Barcelona en ese orden. El equipo blanco es para muchos de nosotros el más reconocido del mundo y su archirival catalán se ha ganado hace tiempo ya un lugar entre los más grandes del orbe.
Un clásico Real Madrid vs Barcelona siempre llamará la atención del mundo del fútbol y La Liga siempre será una de las más importantes.
Pero fue precisamente el desarrollo casi infinito de dos estrellas el que terminó de catapultar la primera división de España como la más apetecida en todo el planeta. El tener a Cristiano Ronaldo por un lado y a Messi por el otro, hacía de sus enfrentamientos tema de conversación incluso en países donde el fútbol no es el deporte tradicional.
Estás dos estrellas, junto a jugadores tan mediáticos y talentosos como Neymar e incluso con técnicos que terminaron siendo protagonistas como Pep Guardiola y José Mourinho llevaron a La Liga a ser local en todo el mundo.
Pero las estrellas se van y los equipos quedan. Cristiano se marchó a la Juve, Neymar al PSG y La Liga pese a tener grandes jugadores aguantó el temporal porque seguía contando con el que para muchos de nosotros es el mejor de la historia, Lio Messi.
Ahora que el argentino anunció su partida, definitivamente La Liga sufre una pérdida irreparable. Pese a que la gran mayoría de aficionados no cambia de equipo, el gran atractivo para el resto del mundo se había limitado a ver que pasaba con el equipo de Messi partido a partido ya fuera para disfrutar sus victorias o ensalzarse con sus derrotas.
Se va Messi y La Liga se queda sin su última super estrella. El recuperarse del todo tomará tiempo. Poco a poco el fútbol de España empezará a acostumbrarse a la vida después de Messi. Los grandes seguirán siendo grandes y La Liga continuará entre las más importantes del mundo, pero con la nostalgia de una constelación de estrellas que se fue marchando hasta que la más luminosa también decidió hacer maletas.
La Liga sigue aunque ahora sin las estrellas.
