COLUMBUS, Ohio._ Estados Unidos tiene solo una cosa en mente: terminar esta triple jornada de eliminatoria en el primer lugar de la tabla y por ende, con el boleto prácticamente asegurado a Qatar 2022.
Aunque en esta triple jornada debe cerrar la actividad frente al líder Canadá de visita, el equipo de las barras y las estrellas tiene dos duelos de local ante El Salvador y Honduras, en las canchas gélidas de Ohio y Minnesota.
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Hay que enfatizar que tanto salvadoreños como catrachos ya no tienen posibilidades de calificar al Mundial, pero tienen en sus manos la forma de definir el orden de los calificados al Mundial.
De entrada, el juego ante los salvadoreños se jugaría a 19 grados centigrados, en medio de una ciudad que sigue amaneciendo blanca por las nevadas que llegan al territorio.
Ha sido, de hecho, esta region la que ha hecho fuerte a Estados Unidos en las eliminatorias mundialista, a excepción del camino a Rusia 2018, en donde fue eliminado el cuadro de las barras y las estrellas.
De momento, todo apunta para una buena actuación del equipo de Gregg Berhalter, quien llega con todo su arsenal a este partido, encabezado por su estrella Cristian Pulisic y otros jugadores “europeos” importantes como Sergiño Dest, Winston Mckennie y el recién exportado Ricardo Pepi.
El Salvador hasta la fecha suma seis puntos en la eliminatoria, y no podrá contar con Joshua Pérez, quien prefirió permanecer en Europa para concluir los trámites migratorios para obtener la ciudadania italiana y Marvin Monterrosa, quien dio positivo en la prueba COVID.
Ademas, hay una marca histórica de más de 30 años de no puntuar en territorio estadounidense, por lo que el panorama parece cuesta arriba para los dirigidos de Hugo Perez, quien ha evitado a la prensa en Estados Unidos, quizá sabido de la presión que lo rodea.
En el juego de ida, el cuadro de las barras y las estrellas sacó un empate 0-0 en el Cuscatlán sin Pulisic, que venia recuperándose luego de dar positivo a COVID.
Para los salvadoreños, la gran esperanza en ofensiva recae en el “holandés” Enrico Dueñas y el “gringo” Alexander Roldán, que curiosamente, podría una vez más encontrarse con su hermano, Cristian Roldán, que defiende los colores de la selección de las barras y las estrellas.
El seleccionador salvadoreño fue una de las primeras figuras del futbol estadounidense, y tendrá enfrente a uno de los jugadores que creció admirándolo, Gregg Berhalter, que está listo para sumar su primera clasificación mundialista como entrenador.