Con un grito de “YES!!!!” fue que el toletero dominicano David Ortiz recibió el martes la noticia de que fue electo al Salón de la Fama del Béisbol.
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Ortiz, quien durante su carrera en el diamante se caracterizó por su amplia sonrisa y jovialidad -y temible bate-, saltó de alegría al recibir la llamada por parte de Jack O’Connell, secretario y tesorero de la Baseball Writers Association of America (BBWAA) y luego comenzó a festejar junto a otro miembro del Salón de la Fama, Pedro Martínez, sus familiares y amistades reunidos en República Dominicana.
An unforgettable moment for @davidortiz ❤️ https://t.co/x7KNmJXKxH
— National Baseball Hall of Fame and Museum ⚾ (@baseballhall) January 25, 2022
“Estoy realmente honrado y bendecido por mi elección al Salón de la Fama, el honor más alto que cualquier jugador de béisbol puede alcanzar en su vida”, indicó Ortiz en un comunicado difundido por los Red Sox.
“Estoy agradecido con los escritores de béisbol que consideraron mi carrera en su totalidad, no solo en las estadísticas, sino también en mis contribuciones a los Red Sox, la Ciudad de Boston y todo “Red Sox Nation”. También estoy agradecido con mis compañeros de equipo, mis mánagers y entrenadores y la adminsitración de los Red Sox por su fe en mí y por permitirme ser parte de tres campeonatos”, agregó.
Legend.
All-time great.
𝙁𝙞𝙧𝙨𝙩-𝙗𝙖𝙡𝙡𝙤𝙩 𝙃𝙖𝙡𝙡 𝙤𝙛 𝙁𝙖𝙢𝙚𝙧. pic.twitter.com/Itzn9qbQec— Red Sox (@RedSox) January 25, 2022
En el momento cumbre de su carrera, Ortiz agradeció a todos los que lo apoyaron a seguir sus sueños de pelotero y recordó que fue Martínez, quien le recomendó a los Red Sox a contratar a Ortiz después que los Minnesota Twins decidieron no retenerlo.
“Para un joven de Santo Domingo, siempre soñé con jugar béisbol profesional. Gracias al apoyo de mi padre, Leo, y de mi madre, Ángela Rosa, supe desde mis primeros días en la Escuela Secundaria Estudia Espaillat en República Dominicana que tenía la oportunidad de perseguir mi sueño de jugar en las Grandes Ligas”, dijo.
“Y aunque mi camino hacia el éxito no fue sencillo, fue mi amigo, el miembro del Salón de la Fama, Pedro Martínez, quien convenció a los Red Sox para que me dieran la oportunidad de alcanzar el éxito. Y aunque mi camino a Boston tomó 10 años, esos 14 años con el uniforme de los Red Sox fueron los mejores de mi vida. Rompimos la maldición y luego conseguimos dos campeonatos más antes de retirarme en 2016. Ha sido un viaje tan dulce y hermoso”, agregó.
“Estoy muy agradecida con mi familia y mis hijos por estar conmigo esta noche en este reconocimiento especial. Y sé que mi madre me está tirando besos del cielo como siempre le tiraba un beso después de cada jonrón”, concluyó.
