Desde hace semanas ha existido una constante especulación de una posible llegada de Leo Messi al cuadro que será su primera prueba durante la actual eliminatoria de la Liga de Campeones, el Paris Saint-Germain.
“La verdad es que no sé si su intención ha sido desestabilizar a Messi, pero ése no es mi tema”, le salió el paso el técnico del Barcelona, Ronald Koeman, a los rumores.
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Pero dejando de lado las conjeturas, desde que ambos conjuntos se enteraron en diciembre que nuevamente tendrían que verse las caras en esta fase, el Barcelona ha logrado equilibrar la balanza un poco más con el mejor momento de la temporada del astro argentino.
Si Messi está contento, el funcionamiento de los catalanes es muchísimo mejor, y no solo es un simple argumento vago, los números en los últimos compromisos hablan por sí solos; ojo aquí, esto no quiere decir que haya sobrepasado el favoritismo de los parisinos.
Siete victorias en los últimos 10 compromisos en todas las competencias le han dado al conjunto español una mejor solvencia dentro del terreno de juego para retomar la confianza que ellos mismos se tenían con el ‘10’ registrando un total de 19 anotaciones durante el curso.
Sin embargo, los dos descalabros ante el Athletic Bilbao en la final de la Supercopa Española y frente al Sevilla en la ida de la semifinal de la Copa del Rey, han dejado entrever sus constantes irregularidades línea por línea, a pesar de colocarse actualmente como tercero de LaLiga con 46 unidades.
Asimismo, el Barca tendrá que reinvidicarse no solo con la afición, sino con ellos mismos, ya que el último partido de fase de grupos de la ‘Champions’, no los tiene puestos en el mejor escenario al caer por goleada de 3-0 ante la Juventus en terreno propio, sumado a la humillante derrota de 8-2 frente al Bayen Múnich, que aquel 14 de agosto del 2020, aún no se olvida.
Si bien es cierto que el historial entre ambos combinados favorece por completo a los españoles con la eliminatoria más recordada en la que remontaron un 4-0 para dejar en el camino al PSG por marcador global de 6-1, empero, los nombres y el juego de aquel Barcelona con Neymar, Luis Suárez y Andrés Iniesta en la cancha, era un verdadero deleite, y por ello, quedó demostrado en ese encuentro.
Los tiempos han cambiado, y el manejo del mismo club, también. Ahora, la apuesta para levantar a este equipo en la era post-Messi, ha estado sobre los hombros de canteranos como Riqui Puig y Ansu Fati, quien no estará en el partido, además del tan criticado Antoine Griezman que, hasta el momento, no se ha consolidado con la indumentaria blaugrana.
A su vez, el peso de Sergio Busquets y Gerard Piqué, quien viene de una lesión y que sí fue convocado para el primer asalto del duelo de octavos, ya no es el mismo.
Hoy por hoy, lamentablemente, la dependencia sigue siendo de Messi, y es un tema que desde hace muchos años no se ha dejado de tocar. Es por esto que el Barcelona tendrá que aprovechar las ausencias para la ida del conjunto dirigido por Mauricio Pochettino, ya que tanto Neymar como Di María, no estarán presentes, si es que desea seguir vivo en la pelea por la ‘Orejona’.
Es por esto, que los primeros 90 minutos de la eliminatoria, son cruciales para descifrar si el Barca realmente está para poder pelearle a cualquiera como enfatizó el técnico holandés en la conferencia de prensa previo al partido: “Yo no veo a otros equipos mucho mejor que el Barca… podemos ganarle a cualquiera”.
¿Será así?