El Arsenal se proclamó campeón de la Community Shield en la tanda de penaltis en el estadio de Wembley, donde obtuvo su decimoséptimo título de esta competición, al imponerse en esa destreza al Manchester City, en el que fallaron tanto Kevin De Bruyne como Rodrigo Hernández, tras empatar Leandro Trossard en el minuto 101 del duelo.
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En medio de una situación agonizante e increíble, en la fase ofensiva final cuando todo parecía perdido, Trossard ejecutó un disparo que inicialmente parecía destinado a ser detenido por Stefan Ortega, hasta que rebotó en Akanji, marcando el inicio del declive para el Manchester City en la Supercopa inglesa. A pesar de que el City ya se sentía vencedor gracias al gol de Cole Palmer en el minuto 77 (0-1).
Los tiros desde el punto penal cambiaron por completo la dinámica: Martin Odegaard abrió el camino con un lanzamiento contundente; Kevin de Bruyne estrelló su tiro en el larguero; Trossard amplió la ventaja en el segundo turno, seguido por el gol de Bernardo Silva como respuesta. Sin embargo, Saka mantuvo la distancia al anotar el tercer penal, Ramsdale (destacado por sus habilidades, incluido el 0-1 anterior en contra) negó el gol a Rodrigo y Fabio Vieira aseguró la victoria con un tiro impecable a la escuadra, dejando a Stefan Ortega sin opciones.
El Arsenal derrotó al City. En primera instancia, gracias a su contención. Luego, mediante una reacción efectiva. El equipo dirigido por Mikel Arteta entendió la naturaleza del partido. A pesar de enfrentar un absoluto control de la posesión por parte de su rival durante gran parte del primer tiempo, lograron reducir considerablemente las oportunidades en su área, limitando los intentos de disparo a momentos puntuales y desfavorables.
El primer paso fue reducir los remates a larga distancia, culminando en un disparo de Rodri que salió desviado. No hubo más. Un logro significativo cuando se enfrenta a un equipo de la talla del campeón de Europa, con un goleador de renombre como Haaland, quien no logró realizar ningún disparo ni tuvo ocasiones claras durante todo el partido hasta su sustitución, con las vías de los extremos cerradas y sin jugadas destacadas de Grealish ni Bernardo Silva.
Ben White se convirtió en una figura clave, interfiriendo en un centro destinado a Julián Álvarez. Ramsdale también demostró habilidad al detener un disparo desde el mediocampo de Rodri. Al final del primer tiempo, el Manchester City no había realizado un solo disparo a puerta, siendo las cesiones hacia atrás de sus compañeros la amenaza más significativa para el arquero del Arsenal.
En contraste, el Arsenal no necesitó una posesión abrumadora, sino una mayor verticalidad para desafiar al equipo de Pep Guardiola. A pesar de llegar al descanso con un 0-0, el Arsenal logró poner en aprietos al City, siendo la destacada actuación de Stefan Ortega la única razón por la que el marcador no se inclinó a favor de los ‘Gunners’, particularmente en oportunidades claras de Kai Havertz.
La segunda mitad continuó en la misma línea. A pesar de un comienzo que devolvió el partido a su fase inicial, el equipo celeste mostró un mayor dinamismo en la zona ofensiva. Un cabezazo de Rodri, quien había sido el principal protagonista en las oportunidades del City hasta ese momento, generó la primera intervención seria de Ramsdale. Aunque no fue algo trascendental ni definitivo, marcó un momento puntual en el partido.
Poco antes de la hora, Guardiola recurrió a Foden, reemplazando a Grealish, quien había tenido un impacto limitado. Haaland, por otro lado, fue desactivado por su oponente y la falta de apoyo de sus compañeros, en un partido con un ritmo más lento de lo que enfrentará en el resto de la temporada, lo que resultó en una vigilancia y enfoque táctico que lo mantuvo alejado de oportunidades. Fue sustituido en el minuto 64, ingresando Palmer al campo, y De Bruyne regresó en lugar de Kovacic.
Los tres cambios buscaron cambiar el rumbo del partido, que estaba en un punto muerto, expuesto a pequeños detalles, abierto, balanceándose en un equilibrio delicado. En ocasiones, parecía que el City tenía mayor control, mientras que en otros momentos, el Arsenal amenazaba con salidas peligrosas. Ambos equipos estaban inmersos en un marcador incierto. Saka no logró rematar un centro, Timber salvó un disparo de Palmer en el campo contrario.
La eficacia se convirtió en el factor determinante. Palmer fue quien cambió el rumbo primero, aunque no fue suficiente. Su disparo con efecto, utilizando la pierna izquierda en un contraataque, superó la estirada de Ramsdale y dejó al Arsenal tambaleante. Sin embargo, el arquero logró detener los disparos cruciales de Foden y Rodri, y el partido volvió a tomar vida en el minuto 101 con el disparo de Leandro Trossard, que impactó en Akanji y condujo al decisivo desenlace en los penaltis. En última instancia, el Arsenal se proclamó campeón.