Tenaz e inclaudicable son dos adjetivos que pintan de cuerpo entero al argentino Juan Martín Del Potro (753°), que intenta recuperar su rodilla derecha para poder seguir jugando al tenis, su pasión y profesión. El ex número 3 del ranking ATP y campeón del US Open 2009, entre otros logros, viajó hacia la ciudad de Muttenz, Suiza, a consultar a los profesionales de la clínica deportiva Rennbahnklinik. Allí también se trataron sus colegas Novak Djokovic (1°) y Stefanos Tsitsipas (4°), los dos por sendas lesiones en sus codos.
El centro médico suizo es de primera línea y es requerido por atletas de otros deportes, dada su buena reputación. La semana pasada Del Potro compitió en su país después de 965 días de inactividad, en el Argentina Open, en donde fue eliminado en la primera ronda por su compatriota y amigo Federico Delbonis (37°). Tanto el nivel tenístico como el físico estuvieron lejos de su media, entendible porque estuvo mucho tiempo fuera de los courts. Cabe recordar que en ese lapso sufrió nada menos que cuatro cirugías en la rodilla afectada.
La Torre de Tandil estaba invitado al Río Open esta semana, pero prefirió bajarse y decidió trasladarse hacia Miami, con el fin de descansar después de las emociones vividas ante su gente en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, la sede del certamen. El Court Central Guillermo Vilas estuvo repleto ese martes por la noche para ver a Delpo. El público le brindó a su ídolo muchísimas muestras de afecto durante el desarrollo del encuentro, que le hiceron derramar algunas lágrimas en los últimos games. Inclusive estuvo presente su madre Patricia, que nunca lo había visto jugar en vivo.
Tras la derrota, Del Potro dejó en claro en la conferencia de prensa que su objetivo principal es tener la rodilla en condiciones para tener calidad de vida de acá en más, apenas cuenta con 33 años de edad y tiene todo por delante. Puso al tenis en el segundo plano, lo que no significa que lo tenga descartado, eso está claro. Tiene ganas de despedirse del circuito en buena forma, algo que tiene en mente y, seguramente, agotará todas las instancias y los recursos en pos de concretarlo, de la misma forma que superó múltiples lesiones en otros momentos.
La Torre de Tandil desea marcharse del tenis dentro de una pista, no en una rueda de prensa. Así lo expresó antes del inicio del Argentina Open y luchará por ello, como siempre. Sabe perfectamente lo que se vive en esas situaciones, Del Potro fue testigo presencial de las últimas funciones del ruso Marat Safin y el estadounidense Andy Roddick, a quienes venció en el Masters 1000 de París Bercy 2009 y en el US Open 2012 respectivamente, poniéndole punto final a sus exitosas trayectorias. En aquellas oportunidades, ambos ex número 1 del mundo exigieron al máximo a Delpo y se retiraron en buena forma, algo que querrá imitar para cuando le llegue el turno de decirle adiós al deporte que ama desde niño. Vaya desafío, necesitará que el cuerpo lo acompañe.