Hace 34 años se escenificó uno de los combates más comentados en la historia del boxeo cuando Sugar Ray Leonard sorprendió al mundo al derrotar a “Marvelous” Marvin Hagler para arrebatarle el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo en el Caesars Palace de Las Vegas.
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El 6 de abril del 1987 todo parecía estar en contra de Leonard cuando subió al ring para enfrentar a Hagler, quien era considerado el mejor peleador en las 160 libras con 11 defensas de título en las costillas, incluyendo victorias sobre Roberto Durán, Thomas Hearns, John Mugabi, Vito Autofermo y Juan Domingo Roldán, entre otros, durante su reinado que inició en el 1980.
Leonard, quien había sido monarca welter, no peleaba desde mayo del 1984 cuando superó a Kevin Howard, combate en el cual sufrió un desprendimiento de retina que lo alejó del ring durante tres años. En momentos que se pensaba que no volvería a subirse al cuadrilátero, se cuadró el combate ante Hagler, quien era el favorito en las apuestas por 3-1.
En juego sólo estuvo sólo el cetro del CMB ya que el monarca fue despojado de las faja de la la Asociación Mundial de Boxeo por no realizar una defensa obligatoria mientras que la Federación Internacional de Boxeo no sancionó el encuentro.
Fue el clásico combate entre un pegador (Hagler) y un boxeador (Leonard) desde que sonó la primera campana. Leonard dominó los primeros asaltos con su velocidad y constante movimiento sobre el ring mientras que Hagler se mantuvo siempre al acecho buscando establecer su demoledor ataque ofensivo, pero sin mucho éxito.
En varias ocasiones Hagler logró conectar buenos golpes, pero sin lastimar seriamente a Leonard, quien siguió su plan al pie de la letra de no envolverse en un constante intercambio con el campeón y recurrir a su excelente técnica.
El exmedallista olímpico entonces en los últimos 30 segundos del asalto, tirababa relampagueantes secuencias de golpes, una estrategia que lo ayudó a ganar algunos asaltos parejos y hasta robarse algunos, según el entonces promotor del combate, Bob Arum.
“Muy a menudo, en asaltos cerrados, particularmente en la pelea de [Ken] Norton, [Muhammad Ali] lanzaba una andanada de golpes al final para dejarle la impresión en las mentes de los jueces de que ganó el asalto”, dijo Arum en una entrevista con CBS Sports en el 30mo. aniversario de la pelea. “Obviamente, los asaltos deben ser vistos durante sus tres minutos completos, pero no hay dudas de que uno es humano y algunos le darán crédito a esa última parte del asalto”.
Al cabo de 12 asaltos, dos jueces vieron como ganador a Leonard con puntuaciones de 115-113 y un exagerado 118-110, mientras que el tercer juez favoreció a Hagler por 115-113. Fue una decisión que levantó mucha polémica.
Hagler estuvo muy molesto al escuchar la decisión. “Yo le gané, le gané. Él lo sabe y todo el mundo lo sabe”, dijo el exmonarca.
Parecía que quedaba en orden una revancha, pero la misma nunca se materializó. Hagler se cansó de esperar por la misma, nunca volvió a pelear y se mudó a Italia donde se convirtió en popular actor.
Leonard, por su parte, volvió al ring luego de otro breve retiro para enfrentar a Donny Lalonde por el cetro supermediano del CMB y el título vacante semipesado del CMB, y logró la victoria antes de finalmente colgar los guantes en 1997.
Pero el mundo boxístico se quedó con las ganas de ver a estos dos miembros del Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Canastota, Nueva York, ajustar cuentas en el ring. Todavía sigue el debate sobre quién ganó la “Superpelea”.