El 2020 fue un año díficil para el mundo deportivo debido a la pandemia, pero el béisbol también fue golpeado duramemte con la pérdida de varias leyendas, incluyendo siete integrantes del Salón de la Fama del Béisbol, además de los latinos Tony Taylor, Tony Fernández, Dámaso García y Rogelio Moret.
Recordemos algunas de las figuras del diamante que partieron durante el año.
Lou Brock
El legendario miembro del Salón de la Fama, que falleció a los 81 años el 6 de septiembre, fue uno de los peloteros más carismáticos en la historia de los St. Louis Cardinals,. Fue líder de bases robadas en las Grandes Ligas por mucho tiempo, y ayudó a los Pájaros Rojos a ganar dos títulos de la Serie Mundial en la década de los 60.
Brock jugó por 19 años, 15 de ellas con San Luis, y terminó su carrera con promedio de .293 con 3,023, 141 jonrones y 900 remolcadas, e impuso una marca con 938 bases robadas, cifra que es solo superada por los 1,406 de Rickey Henderson.
“Hay dos cosas que recordaré más sobre Lou”, dijo su ex compañero Ted Simmons, también miembro del Salón de la Fama. “Lo primero es su sonrisa. Dondequiera que estuvieras en una habitación con Lou, no te la podías perder, era la sonrisa más grande de la Tierra”.
Whitey Ford
El miembro del Salón de la Fama, que falleció a los 91 años el 8 de octubre, fue uno de los grandes lanzadores zurdos en la historia y ayudó a los Yankees a ganar 11 banderines y seis títulos de la Serie Mundial en sus 16 campañas. Terminó con una marca de 236-106, además de conseguir el premio Cy Young en 1961 cuando tuvo marca de 25-4 y fue 10 veces invitado al Juego de las Estrellas.
“El nombre y los logros de Whitey están siempre grabados en la gran historia del béisbol”, destacó el dueño de los Yankees, Hal Steinbrenner. “Era un tesoro, y uno de los más grandes jugadores de los Yankees que jamás haya usado el uniforme a rayas”.
***
Joe Morgan
Fue una de las bujías de “la Gran Maquinaria Roja” y siempre será recordado por su peculiar movimiento del codo izquierdo cuando bateaba. Morgan, que falleció el 11 de octubre a los 77 años, entró al Nicho de los Inmortales en 1990. Fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en dos ocasiones, en 1975 y 1976, años que ayudó a los Reds a ganar la Serie Mundial, y también fue seleccionado para 10 Juego de Estrellas, además de ganar cinco Guantes de Oro.
“Joe no fue solo el mejor segunda base en la historia del béisbol, fue el mejor jugador que vi y una de las mejores personas que he conocido”, dijo su excompañero Johnny Bench. “Dejó este mundo como un lugar mejor, más justo y más equitativo de lo que lo encontró, e inspiró a millones en el camino”.
Al Kaline
Conocido como “Mister Tiger”, Kaline jugó toda su carrera de 22 temporadas en Detroit y fue exaltado al Salón de la Fama del Beisbol en el 1980. El extoletero, que falleció el 6 de abril, completó su carrera con 3,007 hits y 399 jonrones, y fue el jugador más joven en ganar el título de bateo de la Liga Americana en 1955, cuando tenía 20 años, con un promedio de .340, además de ganar 10 Guantes de Oro.
“Uno de los jugadores más distinguidos y condecorados en la historia del béisbol, ‘Mr. Tiger’ fue uno de los más grandes en llevar la ‘D’ inglesa antigua”, dijo la organización de Detroit en un mensaje. “El miembro del Salón de la Fama ha sido un pilar de nuestra organización durante 67 años”.
Tom Seaver
Conocido como “Tom Terrific”, el tres veces ganador del Premio Cy Young y miembro del Salón de la Fama fue uno de los mejores lanzadores y más populares de su generación. El derecho, que falleció el 31 de agosto a los 75 años, ganó 311 partidos y terminó con una efectividad de 2.86 en las 20 temporadas que estuvo en activo, y fue miembro de los “Miracle Mets” de 1969 cuando ganaron la Serie Mundial.
“Tom era un caballero que representaba lo mejor de nuestro pasatiempo nacional”, declaró el comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, en un comunicado, mientras que el exiniialista Keith Hernández indicó que “Tuve el honor de batearle sin éxito y tenerlo como compañero de equipo. Es el mejor Met de todos los tiempos. Nadie que viste el naranja y azul jamás lo superará”.
Bob Gibson
El miembro del Salón de la Fama de Béisbol fue uno de los lanzadores más temidos por sus endemoniadas rectas y uno de los grandes de su generación al ganar dos premios Cy Young en su carrera de 17 años con San Luis. Además fue el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1968 así como de la Serie Mundial de 1964 y 1967.
Gibson falleció el 2 de octubre a los 84 años, exactamente 52 años después de una de sus actuaciones más impresionantes al recetar 17 ponches en el primer juego de la Serie Mundial de 1968 ante Detroit, cifra que sigue siendo un récord actualmente.
El receptor de los Cardinals, Yadier Molina, dijo después de entrerarse de su muerte momentos después que su equipo quedó eliminado de los playoffs de que “Bob era muy divertido, inteligente, traía mucha energía. Cuando habló, escuchaste. Era bueno tenerlo cerca todos los años. Perdemos un juego, perdemos una serie, pero lo difícil es que perdimos a un gran hombre”.
Phil Niekro
El legendario tirador de la bola de nudillos y miembro del Salón de la Fama ganó 318 juegos y tuvo 3,342 ponches durante su carrera de 24 temporadas lanzó hasta los 48. Sólo Cy Young, Pud Galvin y Walter Johnson lanzaron más entradas que las 5,404 de Niekro, que falleció el 26 de diciembre a los 81 años .
“Phil Niekro fue uno de los lanzadores más distintivos y memorables de su generación”, dijo el comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, lo que describe perfectamente a lanzador del “knuckleball” que desconcertaba a los bateadores y receptores cuando observaban la pelota llegar al plato sin rotación alguna que parecía un papel volando por su inusual movimiento.
Dick Allen
Fue uno de los grandes toleteros de su época luego de amasar un promedio de .292 con 351 jonrones y 1,119 impulsadas en su 15 temporadas en las Mayores, y fue seleccionado siete veces para el Juegos de Estrellas, además de ser el Novato del Año de la Liga Nacional en 1964 y el Jugador Más Valioso de la Americana en 1972.
Allen, quien murió el 7 de diciembre a los 78 años, tuvo que luchar contra el racismo en la década de los 60 siendo un miembro de los Phillies, que el pasado septiembre retiraron su número 15 en una ceremonia en la cual estuve presente.
“Dick será recordado no sólo por ser uno de los más grandes y populares jugadores de la historia de nuestra franquicia, sino también por ser un guerrero valiente que debió superar demasiados obstáculos para llegar al nivel que alcanzó. El estatus icónico de Dick encontrará eco en las futuras generaciones de fanáticos del béisbol como uno de los grandes de todos los tiempos en el deporte favorito de Estados Unidos”, dijeron los Filis al anunciar su fallecimiento.
Tony Taylor
El nativo de Matanzas, Cuba, fue una figura muy querida y popular tanto como jugador y coach en las Grandes Ligas y pertenece al Muro de la Fama de los Phillies (2002), el Salón de la Fama del Béisbol Cubano (1981) y Museo y Salón de la Fama de la Herencia Hispana en el Béisbol (2004).
Taylor, quien falleció el 16 de julio, jugó la mayor parte de sus 19 campañas con los Phillies y terminó con números de por vida de .261 con 2,007 hits, 1,005 carreras anotadas y 234 robos en 2,195 juegos. Luego fue coach de Filadelfia y de los Miami Marlins, entre otros.
“Tony fue innegablemente uno de los Filis más populares de su generación o de cualquier otra”, comentó John Middleton, socio principal del club. “Su talento en el béisbol sólo palidecía ante su personalidad cálida y comprometida. Siempre se daba tiempo para hablar con los fanáticos cuando visitaba Filadelfia para el fin de semana dedicado a los exjugadores”.
Tony Fernández
Conocido como “Cabeza”, el exjugador dominicano fue uno de los mejores torpederos en la década de los 80 y 90, y fue seleccionado cinco veces para el Juego de Estrellas en una carrera de 17 años, la mayor parte con los Toronto Blue Jays.
Fernández, quien murió el 16 de febrero, ganó cuatro Guantes de Oro consecutivos del 1986 al 1989, y terminó con un promedio vitalicio de .288 con 2,276 hits, 94 jonrones y 844 impulsadas en 2,158 juegos. Además, fue pieza clave para que los Blue Jays se coronaran campeones de la Serie Mundial de 1993.
“Tony Fernández fue una de las mejores personas que he conocido en el béisbol”, dijo Buck Martínez, el locutor de los Blue Jays que jugó con Fernández y luego lo dirigió, a MLB.com. “Era una persona estupenda, ante todo, un gran padre, un gran esposo y un gran compañero de equipo, un gran jugador. Siempre recordaré la alegría que tenía cuando jugaba. Le encantaba jugar”.
Don Larsen
El serpentinero derecho es conocido por haber sido el único lanzador en tirar un juego perfecto en la historia de la Serie Mundial, en 1956, con New York Yankees.
Larsen, quien falleció el 1ro de enero del 2020 a los 90 años, nunca ganó más de 11 partidos en una temporada y terminó su carrera con una perdedora de 81-91, pero en su mejor año con Nueva York logró marca de 11-5 con una efectividad de 3.26 antes de su hazaña en el Clásico de Otoño que ganaron los Yankees a los Dodgers y le valió el premio de Jugador Más Valioso. La imagen de Larsen capturando en sus brazos al receptor Yogi Berra es icónica.
“El juego perfecto de Don es un momento decisivo para nuestra franquicia, que resume una era de éxitos de los Yankees y se clasifica entre las mejores actuaciones de un solo juego en la historia de las Grandes Ligas”, tuitearon los Yankees al conocer la muerte de Larsen.
“La alegría absoluta reflejada en su abrazo con Yogi Berra después del out final del partido siempre tendrá un lugar seguro en la historia de los Yankees. Fue el pináculo del éxito del béisbol y un recordatorio de las cosas increíbles e inolvidables que pueden tener lugar en un campo de béisbol”, expresó el comunicado.
Dámaso García
El exintermiedista quisqueyano jugó por 11 temporadas en las Grandes Ligas, mayormente con los Toronto Blue Jays, donde hizo mancuerna con sus compatriotas Alfredo Griffin y Tony Fernández, y participó en dos Juego de Estrellas en 1984 y 1985, además de ganar un Bate de Plata en 1982, cuando tuvo promedio de .310 y 54 bases robadas.
García, quien falleció el 15 de abril, fue operado en 1991 para remover un tumor cerebral maligno que le dificultó la capacidad de hablar y moverse, pero aún así regresó a Toronto para realizar el lanzamiento de honor previo a un partido de playoffs en 1992.
“Amamos a Damo y su familia. Estamos muy contentos de haber tenido la oportunidad de visitarlo cuando dejamos el funeral de Tony hace poco”, dijo a través de Twitter el exjardinero Jesse Barfield, quien jugó seis temporadas en Toronto con García. “Nos reconoció aunque no podía hablar, sus ojos hablaban por él”.
Rogelio Moret
El exlanzador conocido como “El Látigo” jugó durante nueve temporadas en las Mayores logrando marca de 47-27 con una efectividad de 3.66. Con los Boston Red Sox obtuvo sus mejores registros con 13-2 y 3.17 de efectividad en 1973 y 14-3 con 3.60 en el 1975 cuando la novena avanzó hasta la Serie Mundial.
El natural de Guayama, Puerto Rico, que falleció el 7 de diciembre, también jugó con Texas y Atlanta, y participó durante 17 temporadas en el torneo invernal de su país logrando una marca de 50-46 con 3.59 de efectividad.
“Tuve la suerte que cuando Rogelio comenzó estábamos en ese grupo Beníquez (Juan José), Félix Juan Maldonado. Estábamos en Winter Haven (Florida) con Boston. Él era el cómico del grupo. Era bien querido”, dijo el veterano adiestrador puertorriqueño Mako Oliveras al diario puertorriqueño El Nuevo Día.