Increíble. Lo que en un momento dado parecía una montaña difícil de escalar, se convirtió en realidad. El grito de “Play Ball” se escuchará a partir del jueves de manera oficial en los distintos estadios (vacíos) de las Grandes Ligas.
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El béisbol está entrando en territorio desconocido con una temporada de apenas 60 partidos -una tercera parte de una campaña normal de 162 encuentros y la más corta desde 1878- pero el hecho de jugar en medio de una pandemia del coronavirus crea también una nube de gran incertidumbre ya que se jugará bajo unas circunstancias nunca vistas.
Estadios vacíos, distanciamiento social, pruebas médicas, protocolos de sanidad, máscaras y cuarentenas, e instrucciones de lo que se puede y no se puede hacer son ahora la orden del día, y en medio de todo estas distracciones también hay que concentrarse y salir preparado para jugar lo que sin dudas hace que esta temporada sea una atípica y una verdadera prueba de fuego.
Con esto en mente, los dejo con algunas cosas a seguir en esta extraña temporada.
La maldición del coronavirus
Si hay algo que puede acabar con las aspiraciones de cualquier equipo por alcanzar la postemporada es el Covid-19. Varios jugadores ya optaron por no jugar en el 2020 por precaución como Ryan Zimmerman (Nationals), Nick Markakis y Félix Hernández (Braves), David Price (Dodgers), Buster Posey (Giants), Mike Leake (Diamondbacks), Ian Desmond (Rockies) y Jordan Hicks (Cardinals), entre otros.
Pero también poco a poco han trascendido los nombres de peloteros que han dado positivo al virus, incluyendo figuras como Freddie Freeman (Braves), Eduardo Rodríguez (Red Sox), Charlie Blackmon (Rockies), Salvador Pérez (Royals), Kenley Jansen (Dodgers), Miguel Sano (Twins), DJ LeMahieu y Aroldis Chapman (Yankees), Jesús Luzardo (Athletics), Tyler Glasnow (Rays) y Joey Gallo (Rangers).
Por más protocolos que existan, la posibilidad de algún contagio sigue latente y no deja de causar preocupación ya que no se trata sólo de jugadores sino de los entrenadores, algunos de cuales estarían más susceptibles a enfermarse debido a la edad o condiciones de salud preexistentes.
¿Se imaginan si un equipo como los Yankees necesita colocar a toda su rotación o bullpen en cuarentena? O si los Dodgers pierden mitad de su alineación titular debido a un positivo que obliga a separar a varios jugadores adicionales? Y de llegar la temida segunda ola del coronavirus, ¿habría una Serie Mundial? Es territorio desconocido para el béisbol.
El caos de una temporada corta
Durante años se ha dicho que la temporada es muy larga y un maratón. Ahora con sólo 60 encuentros esto es un “sprint”, algo así como ver al bólido humano Usain Bolt en acción. Cada partido cobra mayor relevancia y cualquier cosa es posible debido a las circunstancias que se viven con la pandemia.
Hay equipos que partirán como favoritos para alcanzar los playoffs, pero tampoco hay cabida para un tambaleante arranque porque una novena que inicie fuerte puede montarse en la ola y no parar.
“Los 60 partidos nos ayudan”, reconoció el manager de los Miami Marlins, Don Mattingly. “En una temporada de 162 juegos, el mejor equipo gana la división. En una temporada corta, el equipo más caliente gana”.
Si tomamos en cuenta los primeros 60 encuentros del 2019, los campeones de la Serie Mundial, Washington Nationals, no hubisen llegado a la postemporada, al igual que los St. Louis Cardinals. La Liga Nacional hubiese celebrado partidos de desempate por la División Central entre los Brewers y Cubs, y el Este entre los Braves y Phillies con sólo los Dodgers sin sobresaltos.
En la Americana, la cosa estaría relativamente normal con los Yankees, Astros y Twins como líderes de división, un wild card para los Rays y el otro para los Rangers en lugar de los Athletics.
Eso de esperar por la segunda mitad de campaña para calentar pasó a la historia y lo que viene puede ser una verdadera locura con grandes sorpresas.
La barrera de los .400
El béisbol es un deporte de estadísticas, por lo tanto, echemos un vistazo a algunas cifras para tener pendiente en una temporada corta donde uno de los temas de conversación ha sido si algún jugador podrá convertirse en el primero en batear .400 desde que Ted Williams terminó con .406 en la temporada de 1941.
Desde el 1945, los mejores promedios después de 60 juegos (con 3.1 apariciones al plato) pertenecen a Paul O’Neill (.417 en 1994), Larry Walker (.417 en 1997), Ted Williams (.412 en 1948), Rod Carew (.411 en 1983) y Chipper Jones (.409 en 2008). Desde el 2015, Cody Bellinger, de los Dodgers, es el jugador de mayor promedio al llegar a los 60 duelos con .376. Es posible batear .400, pero no será fácil y más aún con el poco tiempo de preparación en los llamados “summer camps”.
Otros números mágicos en 60 juegos son el total de jonrones (32 de Barry Bonds en 2001), carreras impulsadas (76 de Juan González en 1998) y victorias para un lanzador (14 de Wilbur Wood en 1973).
Los más beneficiados
El atraso de la campaña debido a la pandemia tiene a dos claros ganadores -los Yankees y Astros- pero por razones totalmente distintas.
Si la campaña hubiese comenzado a tiempo los Yankees iban a estar sin sus toleteros Aaron Judge (fractura de costilla) y Giancarlo Staton (pantorrilla derecha), además del jardinero Aaron Hicks (operación en el codo) y el abridor James Paxton (cirugía para remover un quiste de la espalda). Ahora el panorama es muy distinto ya que los tres jugadores de posición están listos para el Día Inaugural y Paxton está casi a punto.
Los Astros, sin embargo, tienen razones para estar tranquilos. El descanso les dará la oportunidad de tener a su as Justin Verlander (operación en la ingle en marzo) listo para el inicio, pero su mayor beneficio es que no tendrán que lidiar con la distracción del escándalo del robo de señales durante la temporada.
Durante los entrenamientos primaverales fueron criticados, abucheados y maltratados por el público en los estadios visitantes, pero ahora NO tendrán que lidiar con el embate de 40,000 a 50,000 personas en su contra cuando jueguen en los estadios vacíos.
Es posible que sus estelares como José Altuve, Carlos Correa, Alex Bregman y George Springer reciban uno que otro pelotazo como castigo, pero no tendrán que estar escuchando insultos o el sonido de un palo golpeando un dron de basura, y luego respondiendo a una avalancha de preguntas sobre ello en cada ciudad rival.
Casos y cosas y las predicciones…
Esta temporada traerá consigo dos cambios importantes.
Por primera vez en la historia, los equipos de la Liga Nacional usarán un bateador designado a tiempo completo y la mayoría de los dirigentes están contentos porque siempre existe la posibilidad de que el lanzador se lastime en un corrido de bases o reciba un pelotazo.
¿Será el preámbulo a que se adopte permanentemente la regla en la Nacional? De ser así el abridor zurdo Madison Bumgarner pasaría a la historia como el último lanzador en pegar un cuadrangular en el 2019.
Y si no eres fanático de los partidos que se extienden a entradas extras, pues por esta campaña se adoptará la regla internacional que se usó en el último Clásico Mundial de Béisbol de colocar a un corredor en segunda base al comenzar los “extrainnings”.
Debido a las circunstancias actuales de un calendario apretado y evitar partidos extensos, las Grandes Ligas aprobó usar el sistema para esta temporada. Será un buen momento para saber si este experimento tiene algún futuro en las Grandes Ligas.
¡Y no pueden faltar las predicciones!
Los Yankees y Dodgers disputarán el título de la Serie Mundial logrando los Mulos su primer campeonato desde el 2009. El Jugador Más Valioso en la Liga Americana será Aaron Judge (Yankees) mientras que en la Liga Nacional el premio recaerá en Christian Yelich (Milwaukee).