Luego de meses de posibles escenarios y una gran cantidad de dimes y diretes entre los propietarios y jugadores en medio de la pandemia del coronavirus, finalmente habrá una temporada de béisbol de Grandes Ligas en el 2020.
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Aún falta que se escuche el primer grito oficial de “Play Ball” contemplado para el 23 o 24 de julio, pero crucemos los dedos que todos los equipos puedan sobrellevar el proceso de evitar contagios y mantener el personal lo más saludable posible en lo que será la temporada más corta de las Grandes Ligas desde 1878.
Repasemos los cambios más importantes que implementará el béisbol para el 2020, según trascendió en varios medios de comunicación luego del visto bueno para iniciar el camino hacia el día inaugural.
El calendario
Para evitar viajes largos debido a lo apretado del itinerario, cada equipo jugará 10 partidos contra cada uno de sus cuatro rivales de división o sea 40 encuentros, y los otros 20 juegos serán contra los cinco equipos en la misma división de la otra liga para sumar así 60 juegos en total.
Por ejemplo, los Miami Marlins jugarán 10 partidos contra cada uno de sus rivales de división en el Este de la Liga Nacional (Mets, Bravos, Filis y Nacionales) y cuatro desafíos contra cada uno de los equipos de División Este de la Americana (Yankees, Red Sox, Orioles, Blue Jays y Rays).
Los playoffs
Se estuvo considerando la posibilidad de hacer una postemporada expandida, pero al final seguirá la fórmula actual. Cada liga tendrá cinco equipos: los tres campeones de división y dos wild card, cuyo ganador en un partido de vida o muerte pasará a la serie divisional a un máximo de cinco encuentros. Las Series de Campeonato y la Serie Mundial serán al mejor de siete partidos.
Bateador designado
Por primera vez en la historia, los equipos de la Liga Nacional usarán un bateador designado a tiempo completo en lugar de sólo como visitantes en estadios de la Liga Americana, cuyos equipos felizmente no tendrán que poner a batear a sus lanzadores en las visitas a las ciudades de la Nacional.
Entradas extras
Por años a nivel internacional y en el último Clásico Mundial de Béisbol se usó el sistema de colocar a un corredor en segunda base al comenzar la entrada en los “extrainnings”. Debido a las circunstancias actuales de un calendario apretado y evitar partidos extensos, las Grandes Ligas aprobó usar el sistema para esta temporada. Será un buen momento para saber si este experimento tiene algún futuro en las Grandes Ligas.
El coronavirus
Sin dudas el mayor cambio que sufrirá el béisbol será el protocolo con miras a evitar los contagios por el coronavirus.
Según MLB.com, los jugadores, entrenadores y ayudantes del equipo serán sometidos diariamente a pruebas para detectar el virus, y se le tomará la temperatura y serán revisados para cualquier síntoma dos veces al día. ¡Qué tostón!
La distancia social será la orden del día dentro y fuera del terreno. Aquel jugador o personal del equipo que no esté viendo acción en el encuentro, estará en las gradas a seis pies de distancia, y jugadores en el dugout y bullpen necesitarán tener mascarillas puestas.
Entre otros cambios no se intercambiarán tarjetas de alineación, no habrán felicitaciones como abrazos, “high-fives” o golpes con el puño, y estará prohibido el escupir, mascar tabaco o semillas, y las peleas en el terreno.
De surgir algún positivo al coronavirus o que un jugador haya tenido contacto con una persona infectada, entonces será aislado y no podrá regresar a la acción hasta que haya dado negativo en dos ocasiones.
Ante la posibilidad de contagios, los equipos someterán una lista de 60 jugadores -el roster de 40 peloteros y otros 20 que serán elegibles para entrar en acción de ser requerido. Al principio, el roster consistirá de 30 jugadores y luego bajará a 28 y posteriormente a 26. Por lo tanto, aquellos que no forman parte del equipo activo, se espera estén relocalizados a otra sede para seguir su preparación ante cualquier eventualidad.
Conclusión
Es increíble como la pandemia del coronavirus nos ha arrebatado el béisbol que estamos acostumbrados a ver en un estadio con miles de espectadores o a través de la televisión.
No hay dudas que para los propietarios y los jugadores será un cambio drástico ya que no sentirán el calor del fanático y el ambiente festivo en el estadio que ahora parecerá más una tumba de silencio.
De no surgir contratiempos, ésta será la nueva normalidad dentro del diamante en el 2020.