La Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles llegó a la conclusión de que no existían pruebas contundentes para presentar cargos por delitos graves en contra del mexicano Julio Urías, expitcher de los Dodgers.
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El beisbolista sinaloense de 27 años fue arrestado el 3 de septiembre del año pasado acusado presuntamente por haberle ocasionado lesiones corporales a su cónyuge, pero su situación legal se agravó en virtud de que en 2019 fue suspendido de 20 juegos por haber sido arrestado después de protagonizar un incidente similar.
Sin embargo, después de meses de analizar los argumentos y pruebas que le presentaron el fiscal a cargo del caso de Urías decidió cerrarlo pues llegó a la conclusión de que “las lesiones de la víctima, así como los antecedentes penales del acusado no justifican una presentación por delito grave” por lo que el pelotero no deberá ir a prisión, al menos bajo la perspectiva de la oficina de Los Ángeles, California.
De esta manera, el expediente de Julio Urías ahora pasará a la Oficina del fiscal del estado de California, donde deberán emitir otra resolución.
Aunque en la Major League Béisbol (MLB) también se realiza una investigación sobre la conducta del beisbolista para determinar si en el futuro puede o no seguir con su carrera en Estados Unidos, se requiere primero conocer el fallo de las autoridades de California.
No obstante, el escándalo ha puesto en jaque al lanzador mexicano, pues en cuanto su nombre apareció como presunto agresor de inmediato fue retirado del roster de los Dodgers pues se le imputó haber protagonizado dos episodios de violencia hacia las mujeres, lo cual le implicó una suspensión indefinida.
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Aunque Urías intentó jugar temporalmente en México, las puertas de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) y de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) se le cerraron.
Lo más lamentable para el lanzador es que perdió la oportunidad de convertirse en agente libre y amarrar un contrato a largo plazo calculado hasta $200 millones de dólares.
Ahora, aunque su equipo de abogados se apuntó una victoria para lograr que sea exonerado, la imagen del pelotero está manchada y se contempla difícil que vuelva a amarrar otro jugoso contrato.