Ni el deporte ni el propio atleta están por encima de la integridad de una persona, sobre todo, cuando se trata de un caso de violencia. Julio Urías se tropezó con la misma piedra y ahora tendrá que enfrentar las consecuencias de sus errores.
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Es difícil de creer que un pelotero mexicano que apenas la temporada pasada de las Grandes Ligas (MLB) estaba en la lucha por el Cy Young de la Liga Nacional, el máximo honor como lanzador, y teniendo la posibilidad de encarar su mejor año en busca de un nuevo contrato, esté enfrentándose a su enemigo más complicado, él mismo.
Julio Urías tiene que pagar
El pasado domingo, Urías fue arrestado por la policía de California bajo un cargo grave por haber producido lesiones corporales a su pareja Daisy Pérez, lo cual lo tiene hoy como baja administrativa por parte de Los Ángeles Dodgers, poniendo en peligro su continuidad en la MLB hasta que se cierre la investigación.
La prioridad en este momento debe ser la salud mental y física de la víctima por encima del futuro del propio pitcher de Culiacán, quien no aprendió la lección de su primera suspensión en 2019 por 20 partidos al ser acusado de agresión familiar; esta sería la primera ocasión en toda la historia de Las Mayores en que un pelotero enfrenta dos veces un caso de este tipo.
Bajo este antecedente, Urías tiene que pagar seriamente por su acción y buscar ayuda inmediata. Esto te habla de la poca seriedad hacia los programas ante la violencia de género que le son inculcados a los beisbolistas y en el deporte, pues la lista sigue incrementando: Trevor Bauer, Aroldis Chapman, Yasiel Puig, Steven Wright, Mike Clevinger, entre otros.
Las sanciones no terminan de ser suficientes, y es que con una simple suspensión y una multa de miles de dólares para los salarios que tienen estos atletas, no resulta ningún inconveniente; la prueba de ello es el mismo Julio que dejó un antecedente y terminó pagando 50mil dólares por su fianza.
Resulta lamentable que un jugador de sus cualidades en la lomita y que llevó a los Dodgers a ganar la Serie Mundial en 2020, se haya ponchado así mismo y a su carrera. Queda claro que de efectuarse un veredicto final en contra del zurdo de 27 años y en medio de lo que sería su última temporada con los Dodgers antes de la agencia libre, la MLB lo suspenderá de por vida.
