Los Portland Trail Blazers organizaron su conferencia de prensa introductoria en la que nombraron a Chauncey Billups como el 15to. entrenador en jefe de la franquicia el pasado martes. La forma en que se desarrolló, demostró que el “proceso de investigación” fue una farsa. Los Trail Blazers hicieron lo mínimo con respecto a la transparencia con el público sobre el tema del preocupante pasado de Billups.
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Un minuto después de los comentarios del presidente del equipo, Neil Olshey, sobre su nuevo líder, abordó la historia de Billups con respecto a un caso de agresión sexual civil en 1997. El entrenador recién contratado entonces llegó a un acuerdo con Jane Doe por una cantidad no revelada.
“Encargamos una investigación independiente sobre el incidente en cuestión en 1997 …”, dijo Olshey. “Los hallazgos de ese incidente corroboraron la versión de Chauncey de los eventos y que no sucedió nada sin consentimiento”.
Esos comentarios no pasan la prueba del olfato periodístico. Doe fue examinada medicamente entonces por un llamado “rape kit” (Kit de violación) que encontró lesiones en el esófago, el cuello uterino y el recto, al día siguiente de su presunta agresión.
Billups dijo que tuvo un encuentro sexual consensuado con Doe en su auto después de dejar un club de comedia con ella. Sin embargo, la agredida dijo que se despertó el 10 de noviembre desnuda en la cama de Antonie Walker, quien era parte de su grupo en el club, y afirmó que Billups y Ron Mercer abusaron de ella en la casa de Walker.
El martes pasado cuando se le presionó más al presidente de los Trail Blazers sobre los detalles de la investigación interna de la organización sobre el asunto, Olshey reveló su desprecio por los medios, diciendo que era información “patentada” y que la prensa “tendría que tomar nuestra palabra”.
Según el recién nombrado Billups él nunca llegó a la residencia de Walker después de una noche de fiesta y defiende su inocencia. Sin embargo, ¿por qué un individuo inocente temería llegar a la instancia judicial denominada “descubrimiento” si no hizo nada malo?
En busca de un seguimiento de cómo la vida de Billups “se formó de maneras increíbles”, Jason Quick, de The Athletic, fue absurdamente acallado por el relacionista público de turno de los Blazers: “Apreciamos tu pregunta. Hemos abordado esto. Se ha preguntado y respondido, así que (estamos) felices de pasar a la siguiente pregunta”.
La pregunta censurada a Quick era justamente lo que el público necesitaba saber. Lo que hace que este asunto sea más irritante es que él le había preguntado a Olshey en una conferencia de prensa anterior cómo afectó el caso a la candidatura de Billups.
I’m really excited to welcome Chauncey as head coach of the @trailblazers. A winner and a great leader! pic.twitter.com/fvUIExHjuq
— Bert Kolde (@bertk) June 29, 2021
Luego el camaleónico presidente dijo que no comentaría sobre los contendientes hasta después de la contratación. Quick, como buen reportero, regresó una vez más en busca de respuestas directas que los escurridizos Blazers no tenían la intención de compartir con el público.
La escena fue incómoda. Billups se sintió incómodo asintiendo con la cabeza cuando el relacionista público de los Blazers intervino, evitando que él diera una respuesta profunda. Olshey tomó un sorbo de su botella de agua, mirando con los ojos muy abiertos a Billups a su derecha con una expresión aterrorizada que parecía gritar “por favor, ten cuidado con lo que dices”.
El momento fue inevitablemente embarazoso. Proteger a Billups, a expensas de la prensa, de un interrogatorio incómodo es inapropiado y da la impresión a algunos de que hay información deliberadamente retenida al público.
Billups puede convertirse en un gran líder en el vestuario, sin embargo, en este momento todavía tengo dudas sobre su integridad como hombre.