La expresión en los rostros de los Clippers durante gran parte de la segunda mitad fue de dolor. En el entretiempo, los Clippers iban adelante por dos puntos, pero nuevamente fueron ineptos tras el descanso y comenzaron el tercer cuarto ocho puntos abajo. Faltando 8:47 para el final del juego, Denver alcanzó una ventaja de 15 puntos. Sin embargo, este no fue el momento en que los Nuggets rompieron la columna vertebral de los Clippers.
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Doc Rivers inmediatamente pidió tiempo muerto, pero el lenguaje corporal de todo el equipo se veía visiblemente afectado. Matemáticamente, quedaría mucho tiempo para buscar una remontada heroica, pero este era un equipo que ya había renunciado en aquel vergonzoso colapso del sexto juego. Finalmente, la ventaja de Denver se disparó a 20 puntos en los minutos finales del juego. La primera mitad fue un duelo, el último acto fue una masacre.
¿Qué pasó? Aparte de que el peso del momento —avanzar a la primera final de la conferencia en su historia— fue una carga demasiado pesada para que la superen los Clippers, los Nuggets realizaron una de las remontadas más impresionantes que he tenido el privilegio de presenciar. El aplomo y la agresión de Denver dejaron a LA impotente en el último cuarto, ya que los Clippers lograron su primera canasta solo cuando faltaban 4 minutos y 58 segundos de partido.
Jamal Murray tuvo 40 puntos, Nikola Jokic tuvo un triple-doble y sus alabanzas merecen ser cantadas, pero en este momento estoy aquí para condenar a los Clippers.
El fracaso de esa noche de martes se convirtió fácilmente en su peor derrota en la historia de la franquicia, tomando el lugar no deseado de los Clippers 2015 aquel equipo que también desperdició una ventaja de 3-1 en las Semifinales de Conferencia ante los Houston Rockets en ese momento. Es peor porque el mejor jugador de los actuales Clippers, Leonard, no es un Guardia en miniatura de seis pies (C.Paul), aunque jugó así en el séptimo juego. Esto es terrible porque los Clippers eran favoritos al título, una etiqueta que nunca habían tenido en la historia de su franquicia hasta esta temporada.
Según informes recientes de Garret Chorpenning de Sports Illustrated, el trabajo del entrenador Rivers es “seguro”. ¿Debería serlo? Doc no fue quien perdió todos esos tiros de distancia abiertos en el tercer y cuarto periodo, pero de lo que si es responsable es de cualquier tipo de consejo que les dio a sus jugadores y que resultó ser ineficaz desde el momento en que los Clippers arruinaron el Juego 5, después de estar dos dígitos arriba. Historia repetida hasta la conclusión de la serie.
El informe dice que jugar con el entrenador Rivers fue un factor importante en la decisión de Kawhi Leonard de mudarse a Los Ángeles y debido a que Rivers tiene el apoyo de Leonard, no se debe esperar que lo despidan.
Aparte de Doc, en la historia de la NBA, ningún entrenador ha desperdiciado múltiples ventajas de 3-1 en una serie y la ha perdido.. Los números persiguen hoy a Doc, esta es la tercera ocasión que le ocurre en su carrera desde cuando en el 2003 le sucedió lo mismo dirigiendo a Orlando frente a Detroit y con los Clippers en el 2015 ante Houston y ahora ante Denver.
Mi próxima acusación está dirigida contra Lou Williams. Nunca pareció estar cerca de la versión de sí mismo que fue subcampeón de SMOY (sexto hombre), el premio que ganó su compañero de equipo (Montrezl Harrell). Lou Williams no tiene a nadie a quien culpar de esto, excepto a él mismo. Dejó su juego en “Magic City”, un destacado club de striptease en Atlanta, Georgia, y después de cumplir su sanción de cuarentena de 10 días, la producción de Lou bajó a 12,8 puntos por partido con un 41,1% de tiros desde el campo. No es el mismo hombre que anotó más de 18 por juego con más del 41% de tiros durante la temporada regular.
El siguiente en “el estrado” es Montrezl Harrell, quien no estuvo a la altura de su estatus de Sexto Hombre del Año durante su tiempo en la burbuja de Orlando y seguramente le costará una gran cantidad de dólares en esta próxima agencia libre. No iré más lejos en mi crítica a Harrell. Harrell se unió tarde a sus compañeros de equipo debido a la pérdida de su abuela, a quien consideraba su mejor amiga. Montrezl Harrell recibe un pase de mi parte en este caso.
Marcus Morris, necesitaba haberle dado seguimiento a sus comentarios posteriores al Juego Cinco cuando afirmó: “Simplemente nos apoyamos en que seamos tan buenos como somos en el papel”. Ese hubiera sido el Marcus Morris ideal en los juegos Seis y Siete, pero en el transcurso de esos dos colapsos de los Clippers las contribuciones de Morris en el lado ofensivo solo fueron 10 puntos combinados con un 20% de efectividad. Para ser válidas sus declaraciones, Morris debió jugar mejor después de haber arrojado a sus compañeros de equipo debajo del autobús a la prensa.
Paul George … ¿Por qué me obligas a hacer esto? Dijiste después de la derrota del Juego Siete que, “Siempre hemos sentido que este no es un año de campeonato o fracaso para nosotros”.
¿Dónde diablos está tu corazón Paul? Ese comentario habla por sí solo y le prometo que su rival en la arena, Los Angeles Lakers, no se siente así. En el séptimo juego, Paul George le dio a su equipo 10 puntos con un 25% de tiros, sin detener a nadie en el otro extremo.
Por fin llego al Sr. Kawhi Leonard, el hombre al que me he referido durante todo el año como el mejor jugador del planeta. En tres partidos consecutivos y en el último cuarto de cada uno de ellos los Clippers liderados por Kawhi Leonard, no lograron cerrar a los Denver Nuggets y ahora sufren la vergüenza de ser el equipo más decepcionante de los últimos tiempos.
Hace meses dije que el reinado de Kawhi Leonard en la cima del baloncesto mundial sería breve, pero fue mucho más breve de lo que esperaba. Después de este histórico colapso ante un equipo que no era favorito, no puedo llamarlo conscientemente número uno a menos que a pulso y con trabajo vuelva a ganarse ese derecho. El mejor jugador del mundo no se va en una segunda ronda. Yo no hago las reglas.